Collarada / Foto: Turol Jones (Wikimedia Commons)
Collarada / Foto: Turol Jones (Wikimedia Commons)

Ascensión al Pico Collarada

Collarada, con sus 2.886 metros, es uno de esos picos conocidos por todos los que han visitado alguna vez el Pirineo aragonés. Está enclavado en el municipio de Villanúa, al que flanquea y protege desde la altura por su ladera sur, y a muy escasa distancia de Canfranc y la frontera francesa. Pero es perfectamente visible desde Jaca, donde ejerce de precioso paisaje de fondo hacia el norte, inconfundible además gracias a la curiosa forma de su cumbre.

Por ser el pico más alto de la zona, y por su amplia visibilidad a lo largo de todo el valle del Aragón, Collarada es uno de esos picos a los que muchos montañeros se animan a subir. Desde su cima hay unas vistas espectaculares, de las mejores que se pueden obtener del Pirineo Occidental. Ya que el pico Collarada cierra el impactante Circo de Ip por el sur. Desde arriba puedes ver el ibón de Ip a tus pies, y todas las cumbres del Pirineo aragonés y francés occidental, con el Midi d’Ossau a la cabeza, que, con sus 2.884 metros de altura, es sólo un metro más alto que Collarada.

 Altura: 2886m


Situación:

Pirineo aragonés, Valle del Aragón, puede realizarse su ascensión por desde ambos lados del pico.


Cuándo ir:

De mitad de mayo a mitad de noviembre (en función de la meteorología).


Dificultades de la ruta:

Dificultad baja, siempre y cuando no haya mucha nieve. Larga y duradera ascensión.


Tramos complicados:

– A lo sumo, el tramo final si hay nieve.


Equipo recomendado:

– Botas impermeables y bastón muy útil.
– Gafas de sol y crema solar protectora.
Piolet y crampones en condiciones invernales


Rutas de ascensión

Las rutas más habituales para subir al pico Collarada parten de la vertiente sur –por el norte, las rocas sólo permiten el paso a pie por el collado de Ip, o escalando. Desde Villanúa (1.025 m) se puede subir por una pista hasta el refugio de La Trapa (1.730 m). Y, desde allí, ascender a la cima, en alrededor de tres horas de caminata en permanente ascensión.

No es una excursión fácil, ni aconsejada para ir con niños, especialmente en estas fechas del año en las que ya empieza a haber nieve –en algunos tramos podría ser necesario utilizar piolet y crampones-. Si lo tuyo es el esquí de travesía, estas laderas son el escenario perfecto para deslizarte por ellas, pero siempre con precaución.


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