Ruta del Cister (GR-175)
La Ruta del Cister constituye una importante oferta de turismo cultural por tierras catalanas, por las comarcas de Alt Camp y la Conca de Barberà (Tarragona) y por el Urgell (Lleida). Toma su nombre del patrimonio artístico-cultural de cada una de estas comarcas, que cuentan con un monasterio cisterciense.
Itinerario: se trata de una ruta circular con un total de 105 kilómetros (108 kilómetros para los ciclistas).
- De Santes Creus a Poblet
- De Poblet a Vallbona de les Monges
- De Vallbona de les Monges a Santes Creus
Los monasterios, fundados en el siglo XII, fueron los panteones oficiales de los reyes de la Corona de Aragón a lo largo de más de tres siglos. El monasterio de Poblet (Conca de Barberà) es el conjunto cisterciense habitado más grande de Europa, y fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1991. El monasterio de Santes Creus (Alt Camp) es el único monasterio de la ruta del Cister que no tiene vida monástica en la actualidad. Por su parte, el de Vallbona (Urgell) destaca por su ininterrumpida actividad monástica femenina desde hace más de 800 años.
Los tres monasterios cistercienses se conectan por medio de la Ruta del Cister, creada en 1989, que trata de dar a conocer las costumbres, cultura, gastronomía, tradición y patrimonio que rodean estos enclaves.
Monasterio de Poblet (Tarragona)
Poblet es el monasterio más grande de la Ruta del Cister y de los dos masculinos es el único que mantiene comunidad de monjes. Poblet es un referente obligado dentro de la historia de la Corona de Aragón. Situado en la provincia de Tarragona, en Cataluña, el Monasterio de Poblet (llamado oficialmente Real Monasterio de Santa María de Poblet) surgió gracias a una donación que realizó Ramón Berenguer cuando esta comarca, la de la Cuenca de Barberá, inició un proceso de repoblamiento. Fundado en 1150, su trayectoria se vio interrumpida en 1853 a raíz de la desamortización de Mendizábal.
Dicho monasterio se construyó siguiendo la clásica estructura de la orden cisterciense, es decir, un edificio compuesto por un total de tres recintos, uno que servía como hospital para pobres, hospedería y almacenes, otro que sería para los siervos de dicho monasterio, y otro para la vida monacal.
Desde finales del siglo XIV, el Monasterio de Poblet fue panteón real de la Corona de Aragón hasta la extinción de la misma, y en el año 1835 sufrió su abandono. Hoy en día, y desde el año 1935, se incluye en la lista de la Unesco como un Patrimonio de la Humanidad más, uno de los poquitos monasterios españoles que pueden gozar de este título, junto con el de Guadalupe, el de San Millán de Yuso y el de Suso, y El Escorial.
A través de la llamada Porta Reial llegamos a la iglesia Major, un templo originalmente románico que cuenta con algunos ampliaciones barrocas. En su interior podemos destacar su retablo mayor, obra del escultor valenciano Damià Forment.
Con el retorno de los monjes a Poblet en 1940 se puso en marcha un ambicioso proyecto de restauración y conservación, que ha devuelto al monasterio su anterior majestuosidad.
A partir de la Puerta Real se inicia una visita guiada, de aproximadamente una hora de duración, a través de las distintas dependencias que conforman la antigua clausura.
Monasterio de Santes Creus (Tarragona)
De los tres monasterios cistercienses, Santes Creus es el que reproduce con más fidelidad el plan bernadino de construcción. Fundado en 1150 y establecido en Santes Creus a partir de 1160, el monasterio pasó por distintas etapas gloriosas, hasta que en 1835 se produjo la exclaustración definitiva de los monjes.
Actualmente es el único monasterio de la Ruta de Cister que no tiene vida monástica, lo cual permite al visitante adentrarse a placer en cada uno de los rincones de este espléndido cenobio, que conserva en cada piedra el recuerdo más vivo de su historia. Cuenta con guías que explican la historia y las distintas leyendas que envuelven el monasterio.
Monasterio de Vallbona (Lleida)
Las primeras noticias del monasterio de Vallbona datan del 1153, pero no fue hasta el año 1176 cuando se integró plenamente en la orden del Cister. Se trata del único monasterio femenino de la ruta y es el único que ha conservado ininterrumpidamente la comunidad durante más de 800 años, excepto en tiempo de guerra.
El de Vallbona es un monasterio precioso, de reducidas dimensiones y dotado de una belleza singular. Es el exponente más claro de la importancia de la mujer en la época medieval. Del monasterio destacan sus dos cimborrios góticos, el más grande de los cuales reposa todo su peso sobre la nave de la iglesia.
Una de las características más importantes del monasterio es que ofrece alojamiento confortable. Fue declarado monumento artístico en el año 1931.