Excursión a la Fuente Elvira, con Canfranc a los pies
Los alrededores de Canfranc ofrecen interesantes excursiones. La excursión a la Fuente Elvira nos llevará unas cuatro horas y media de camino de ida y vuelta (cinco y media con paradas) a través de un sendero con 1.000 metros de desnivel y atravesando varios neveros (depende de la época, a principio de campaña).
El recorrido comienza en el Paseo de los Melancólicos (el camino que discurre paralelo a las vías del tren en la parte trasera de la estación de tren de Canfranc). Desde allí hay que tomar el camino que conduce al refugio la Casita Blanca –se puede acceder tanto por el extremo norte como por el sur del Paseo de los Melancólicos, lo que permite escoger un camino de subida y otro de bajada-. Es un bosque de coníferas (píceas, pinos y abetos), con algunas especies frondosas (hayas, avellanos, fresnos…). Una vez en la Casita Blanca, continuaremos subiendo por la pista que lleva a Picauve, pasaremos un pequeño refugio del mismo nombre (a 1.380 m de altitud) y, un poco más adelante, nos desviaremos a la derecha, para coger el camino que llega hasta la Casita del Vasco (1.880 m).
La Casita del Vasco es un edificio en ruinas, pero un buen lugar para hacer una parada, disfrutar del paisaje y continuar después el camino hasta nuestro destino final: Fuente Elvira, ubicada a 2.111 m de altitud y construida en 1944. La ladera del monte impresiona, ya que está llena de defensas anti-aludes que protegen el impresionante edificio de la estación y su entorno, que quedan por debajo.
Después de beber agua en la fuente y reponer fuerzas, emprendemos el camino de bajada. Lo haremos por el mismo camino hasta la Casita del Vasco pero, una vez allí, nos tomaremos el camino de los 20 muretes, en el que podemos observar un espectacular paisaje arbolado.