HRP 2×3000: consejos para realizar la Alta Ruta Pirenaica
Guía rápida GR 11
con todo lo que debes saber antes de acometer la Senda Pirenaica
El objetivo de esta gran aventura era conectar los dos principales tresmiles más alejados. El tresmil más al oeste (Balaitús), con el tresmil más al este (Pica d’Estats). Hacerlo a través de la Alta Ruta Pirenaica (HRP) en la mayoría del recorrido y con la mayor autonomía posible.
- Recorriendo un total de unos 314Km y 19.000m de desnivel tanto positivo como negativo.
- De cima a cima tardamos unos 16 días, pero contando las aproximaciones fueron un total de 19 días de pura aventura.
El punto de inicio sería en Sallent de Gállego, donde nos dejaría el autobús por la tarde.
Y acabamos la aventura en Andorra, concretamente en Arinsal.
Mi filosofía
Mi filosofía, y la que lleve en esta aventura, es la que más me gusta y con la que he realizado otras aventuras.
Una manera muy pura de vivir la montaña, tanto lo bueno como lo malo. Personalmente me siento mucho más conectado a la montaña de la siguiente manera:
En la mayor autonomía posible, no utilizar ningún refugio guardado excepto si es una emergencia. Pasando algunas noches en refugios libres y muchas otras a vivac o en la tienda de campaña. Recargando toda la comida para los próximos días cuando fuera necesario en los pueblos por donde pasamos en nuestra travesía.
En este caso fui con un compañero, no en solitario como estoy acostumbrado.
- TE PUEDE INTERESAR: La Transpirenaica a pie en solitario
Preparación física y experiencia
Cabe destacar que tanto mi compañero como yo, tenemos una cierta preparación. Nada súper exigente, pero cada uno tenemos nuestros entrenamientos tanto físicos, como mentales, para estar dispuestos a afrontar con éxito este tipo de travesías y actividades en la montaña.
En este caso tampoco queríamos batir ningún récord ni tampoco hacerlo lo más rápido posible.
Y no nos podemos olvidar de la experiencia. No es la primera vez que hacemos algo así en la montaña. Igualmente, eso no quita que podamos cometer errores, los cometimos. La idea es aprender para la próxima y seguir mejorando.
Planificación y orientación
Unas semanas antes lo planificamos todo.
La idea era seguir en la mayoría del recorrido la HRP.
Utilizamos la guía de Cicerone, mi compañero llevaba su guía en el móvil, así durante la travesía la podíamos ir consultándola.
Por otro lado, planificamos en la aplicación Mapy.cz exactamente por donde pasaríamos y más o menos por donde dormiríamos, al lado de un lago o río, en un refugio libre…
En la misma aplicación planificamos el track y nos descargamos todos los mapas por donde pasaríamos y así también poder ir comprobando los caminos.
Además, yo llevaba un par de hojas en una funda de plástico con las etapas, apuntadas, los tiempos, alguna alternativa, todo tipo de refugios por si acaso… eso también me ayudaba a tenerlo todo más claro y gestionar mejor la comida.
De comida solía llevar unos 4 Kg.
El primer día salimos con comida para unos 6 días, recargamos al llegar a Gavarnie, donde recargamos para otros 2 días, a continuación llegamos a Parzán, donde recargamos para otros 6 días hasta llegar a Vielha, donde sería el último sitio donde recargar provisiones hasta finalizar la travesía en Andorra.
Yo, en Parzan, cometí el error de no gestionar bien la comida y pase hambre, los días antes de llegar a Vielha. Por esto mismo, al recargar en Vielha cometí el error contrario, compre demasiada comida, no quiero ni imaginarme el peso de la mochila en aquel momento, llevaba el doble de comida de la que había estado llevando hasta el momento.
Época
Salimos de casa un Viernes 9 de septiembre, y llegamos el Martes día 27.
Hacerlo en septiembre no lo escogimos muy a propósito, más que nada era cuando mi compañero tenía vacaciones.
Pese a hacerlo en septiembre, nos hizo mejor tiempo del que nos imaginábamos. Igualmente, nos tocó alguna lluvia muy agresiva con muchísimo viento y un poco de nieve y frío los últimos días para subir a Pica.
Momentos duros
No todo fue fácil y agradable, también hubieron momentos duros. Pero esa es la verdadera aventura, tener problemas y adversidades, saber superarlas con éxito y conseguir tu objetivo.
Obviando algunos gajes del oficio, como las típicas rozaduras de la mochila, alguna que otra quemadura por el sol, el desagradable dolor de pies al calzarte tus botas y calcetines totalmente mojados de buena mañana, y el dolor por el frío que causaba…
Cabe destacar el peso de los días a la espalda. Tantos días durmiendo a veces en un suelo no tan confortable, y al día siguiente igualmente tener que seguir caminando con una mochila de unos 18 Kg no es para cualquiera.
Por mencionar algunos de esos momentos más duros; en uno de los primeros días después de ya haber hecho cima en el Balaitús, mientras cenamos ya se veía que se iba complicando el tiempo, estando ya en la tienda empezaron los rayos, recuerdo como se iluminaba toda la tienda en cada uno de ellos, también empezó una generosa lluvia acompañada de un fuerte viento.
Al principio todo bien, sin más problemas más allá del mal tiempo. Hasta que me fijé que el suelo de la tienda, como que transpiraba mucha humedad, sin darle más importancia, cuando de repente se empieza a inundar la tienda, (un palmo de agua dentro de la misma), dejando todo lo de su interior totalmente empapado y algunas cosas flotando. En ese momento me encontraba con la mayoría de mi equipo totalmente empapado, saco, plumas, ropa, botas, la mochila… gracias a una bolsa estanca pude salvar toda la electrónica.
Así que en plena noche, con la tormenta encima, tuvimos que recogerlo todo, retroceder un poco nuestro camino, e ir a un refugio guardado que afortunadamente estaba relativamente cerca.
Allí pude poner a secar todo mi material para tenerlo seco al día siguiente.
Esa noche acabé durmiendo en el suelo, al fondo de un pasillo sin ni siquiera esterilla (la cual también estaba empapada).
Con ese mal, o mejor dicho inexistente descanso, al día siguiente parecía que hacía mejor tiempo, pero nada más empezar a caminar la cosa se empezó a torcer.
Hacía tanto viento que las gotas de agua dolían cuando te daban en la cara, costaba mucho mantener el equilibrio y de hecho, en algunas ráfagas de viento los típicos hitos de piedras que marcan el camino se caían.
A esto hay que sumarle que ocurría en algunos tramos un tanto escarpados, piedra suelta, caminos que eran verdaderos ríos…
Hubo que cruzar algunas cascadas desbordadas y torrentes de agua, con el agua en algunas ocasiones teñida por el marrón de las rocas y el barro.
Si tengo que describir uno de los momentos donde pasé miedo sería ese, el agua arrastraba rocas, y había que meter en algunos momentos la pierna por encima de la rodilla dentro de la cascada.
Otro de los momentos duros fue cuando pasé hambre por gestionar mal la comida.
Y para acabar, algunos desacuerdos con el compañero. Los dos estábamos muy acostumbrados a ir solos, y en esta aventura hubieron varios momentos de enfados por no actuar de la misma manera, querer hacer cosas distintas en algunas situaciones y tener diferente forma de entender el compañerismo.
Conclusión
En conclusión, si alguien quiere hacer una travesía de este estilo se lo recomiendo muchísimo.
Es verdad que se pasan momentos muy buenos y alegres, como cuando encuentras un refugio libre y bonito al final del día, cuando vas consiguiendo las metas que te vas marcando a lo largo de tu ruta, o simplemente cuando conoces a gente que de otra manera nunca lo hubieras hecho. Pero también hay momentos duros y situaciones no muy agradables.
Igualmente, todo son aprendizajes y nunca se vuelve decepcionado de la montaña, al fin y al cabo, todo es experiencia.
Si que recomendaría tener una mínima preparación, algo de experiencia, ciertos conocimientos, y un buen material.
Por último, recalcar la importancia de llevar una mochila lo más ligera posible, ya que de ello dependerá qué tan ágiles y rápidos podamos ser en ciertos tramos y situaciones.