Boca del Infierno (en selva de Oza): aventura, adrenalina y paisaje
Boca del Infierno es paso natural hacia la Selva de Oza (Valle de Hecho), cerca de Siresa, ecosistema natural ubicado dentro del Parque Natural de los Valles Occidentales en el Valle de Hecho (Provincia de Huesca, España), zona occidental del Pirineo aragonés.
Las aguas del río Aragón Subordán (abundante en truchas) atraviesan la Selva de Oza y sus aguas se esconden en las profundidades de la caliza en el barranco Boca del Infierno en medio de un trayecto de descenso, corto pero exigente.
La Boca del Infierno es uno de los mayores atractivos de la Selva de Oza, por ser un barranco de gran profundidad, formado por infinidad rocas bañadas por cascadas. El descenso es todo un reto colmado de aventura.
El barranco recibió el nombre de Boca del Infierno por el ambiente estrecho y aterrador que hace potenciar el ruido de las aguas del río, sumado a su caudal y a los rápidos movimientos de sus aguas. Esta garganta es muy visitada en temporada alta por los amantes de deportes extremos y de la adrenalina.
El descenso por Boca del Infierno
Lo ideal es hacerlo en grupo acompañados por guías expertos de la zona que conozcan el barranco.
Al iniciar encontrarás una zona de grandes bloques de piedra, sobre los cuales podrás ir descendiendo y transitando a paso normal o saltando entre uno y otro sin inconvenientes. Casi que enseguida ya podrás disfrutar de las frías aguas que no llegan a cubrir ni la mitad de tu cuerpo.
Uno de los puntos más esperados es el “paso de la lavadora”, donde en medio de un frío chapuzón el agua te dará vueltas y vueltas cual lavadora en funcionamiento. Luego continuarás caminando por los costados o si lo prefieres, disfrutarás de un par de cortos toboganes en el agua que te permiten seguir bajando, eso sí con mucha calma y cuidado siguiendo las instrucciones de los guías.
Al llegar a la mitad del recorrido hallarás el bloque colgado, un salto de agua de unos 8 a 9 metros de altura que puedes saltar o bajar usando un pequeño rapel de 3 o 4 metros (opción más segura).
Después de “volar” en descenso por el barranco llegas al tramo de mayor cauce de las aguas con paredes a ambos lados desde donde no puedes divisar la carretera principal. En medio de un ambiente de luz tenue, paisajes de roca y sólo hacia arriba la vista del cielo, puedes estar dentro del agua y disfrutar de este agradable momento de conexión con la naturaleza, sólo el ruido del agua y del entorno.
Ya para finalizar queda un último salto de unos 4 o 5 metros que es sencillo según advierten los guías. En este punto el agua no está estancada sino en constante movimiento por el agua que cae, con lo cual no sientes tanto la caída del chapuzón. Aquí puedes experimentar una maravillosa sensación de adrenalina sino te lanzaste por el salto anterior.
Seguramente si tienes la valentía de saltar querrás hacerlo de nuevo… pero en este punto ya termina el recorrido por el famoso Barranco Boca del Infierno.