đď¸Â Crestas Pirineo: 20 x 3miles en el Sector del Perdiguero
Desde hace un tiempo nos rondaba por la cabeza intentar enlazar diferentes crestas del Pirineo en una misma jornada. Nos decantamos por el sector del Perdiguero, debido al gran nĂşmero de Tresmiles que presenta y su moderada dificultad, que nos permitirĂa poder unirlos con cierta rapidez.
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Lo que no sabĂamos antes de empezar es que serĂa una de las noches mĂĄs mĂĄgicas para poder realizar dicha gesta, ya que las condiciones fueron las mejores que se podĂan imaginar.
La idea inicial era poder encadenar el mayor nĂşmero de Tresmiles, esta vez, sin importarnos el tiempo y sin fijarnos un objetivo concreto de hacerlo en menos de X horas. Trazamos un itinerario que nos pareciĂł el mĂĄs âlĂłgicoâ para poder ascender el mayor numerĂł de cimas seguidas sin implicar grandes dificultades, ya que nuestra idea era ir con el mĂnimo material posible para poder desplazarnos con agilidad y sin necesidad de utilizar material de escalada, ya que nos harĂa perder mucho mĂĄs tiempo y preferĂamos invertirlo en poder optar a subir mĂĄs Tresmiles.
đ Ficha TĂŠcnica: |
Distancia recorrida: 42â64 Km Desnivel positivo acumulado: 3.800+ Tiempo invertido: 17h 15â Tresmiles ascendidos: 20 Track del recorrido: https://strava.app.link/BKKAg4fscFb Noche de Luna Llena (de tresmiles). Actividad realizada por Edgar Duch i Sergi VĂ zquez. |
đ Cimas ascendidas por orden |
1) Tusse de RemuĂąe, 3.041 m. 2) Pico RabadĂĄ, 3.045 m. 3) Hito Or. de Perdiguero, 3.170 m. 4) Pico Perdiguero, 3.222 m. 5) Hito Occ. de Perdiguero, 3.176 m. 6) Tuca de Lliterola, 3.095 m. 7) Pico Royo, 3.121 m. 8) Punta de Lliterola, 3.132 m. 9) Aguja de Lliterola, 3.028 m. 10) Punta Mamy, 3.048 m. 11) Pic dâSpijeoles, 3.065 m. 12) Pic Belloc Sud, 3.007 m. 13) Pic Belloc Central, 3.006 m. 14) Pic Belloc, 3.008 m. 15) Pic Gourdon, 3.034 m. 16) Pic dâAudoubert, 3.045 m. 17) Cap dera Baquo Occ. , 3.097 m. 18) Cap dera Baquo Or. , 3.103 m. 19) Pic du Seil dera Baquo, 3.111 m. 20) PequeĂąo Pico PortillĂłn, 3.000 m. |
El Reto
La ruta que nos propusimos partĂa desde los Llanos del Hospital (Benasque), y unĂa las crestas del Tusse de RemuĂąe, Perdiguero, Spijeoles â Bellocs (Francia), Seil de la Baque (Francia) i Gourgs Blancs.
En total 30 cimas que superaban los 3.000 metros de altitud. Ni Edgar ni yo habĂamos realizado tantas cimas en una misma jornada, asĂ que, con toda la motivaciĂłn y el material mĂnimo, pero necesario, para poder realizar dicha travesĂa, iniciamos el ascenso.
La ruta no era circular, ya que empezĂĄbamos por el valle de RemuĂąe y terminarĂamos en la cara opuesta del macizo, asĂ que tuvimos que dejar un coche en el Valle de EstĂłs (dĂłnde terminaba nuestra ruta) y subir hasta los Llanos del Hospital para iniciar desde allĂ el ascenso.
Las previsiones meteorolĂłgicas para las prĂłximas horas nos obligaron a anticipar la hora de salida. Nuestra idea era empezar sobre las 3 de la maĂąana para poder iniciar las crestas con las primeras luces del dĂa, pero la posibilidad de tormentas elĂŠctricas a partir del mediodĂa nos obligĂł a salir a las 20h del dĂa anterior, hecho que implicaba pasar toda la noche por encima de los 3.000 metros. Este hecho no nos supuso un gran problema, ya que conocĂamos muy bien el terreno y el recorrido, y el hecho de pasar una noche entera ascendiendo Tresmiles nos pareciĂł muy atractivo y le daba un punto mĂĄs especial a nuestra particular aventura.
Iniciamos el ascenso en Llanos del Hospital, en direcciĂłn al Valle de RemuĂąe con intenciĂłn de llegar todavĂa de dĂa a las dos primeras cimas de nuestro reto; el Tusse de RemuĂąe i el Pico RabadĂ . A medida que vamos ganando altura la luz va cayendo, y llegando al portal de RemuĂąe, 2.800 metros, podemos ver el atardecer entre la niebla que ocupaba la mayor parte del sector. Para nuestra suerte, las nubes eran bajas, y en todo momento quedaron por debajo nuestro, dejĂĄndonos unas esplendidas vistas con un mar de nubes mientras poco a poco iba oscureciendo. Lo que todavĂa no sabĂamos era que esa noche habĂa luna llena, y que contarĂamos en todo momento con una visibilidad esplendida para poder recorrer las aristas durante toda la noche. El hecho de poder avanzar por las crestas con luz, y pudiendo prescindir del frontal en algunos tramos, nos permitiĂł avanzar mucho mĂĄs deprisa, ademĂĄs de las magnĂficas vistas que tenĂamos en todo momento de todas las cimas del sector y de los alrededores.
Fotos del atardecer desde el Portal de RemuĂąe con el mar de nubes y la luna llena.
Llegamos a la cima del Tusse de RemuĂąe, 3.046 metros cerca de las 22h, desde dĂłnde seguimos la fĂĄcil cresta que nos lleva al cercano Pico RabadĂĄ, 3.043 metros. En ningĂşn momento nos habĂamos imaginado tener estas condiciones a pesar de ser completamente de noche, y eso nos anima para seguir en direcciĂłn a nuestro siguiente objetivo; la cresta del Perdiguero. Descendemos unos metros en busca del IbĂłn Blanco de Lliterola, dĂłnde aprovechamos para recargar agua, ya que una vez ganemos altura estaremos un buen rato sin poder beber de nuevo. La temperatura es ideal, no hace apenas frĂo y el viento sopla de forma muy moderada, asĂ que con una camiseta corta y un cortavientos, nos disponemos a empezar la cresta del Perdiguero.
La cresta en general es sencilla, con algĂşn destrepe en cierto tramo en el que debemos prestar atenciĂłn y mirando constantemente el track en nuestro reloj para cerciorarnos que vamos por buen camino. Llegamos a la cima del Perdiguero a medianoche, con unas esplendidas vistas del mar de nubes que la luna llena nos permite contemplar.
Desde este punto las siguientes cimas estĂĄn mucho mĂĄs prĂłximas, asĂ que seguimos avanzando a buen ritmo y poco a poco vamos sumando Tresmiles a nuestra espalda. El descenso al collado superior de Literola nos obliga a extremar la precauciĂłn, ya que ciertos tramos son por la vertiente francesa, punto dĂłnde la iluminaciĂłn de la luna es mĂĄs escasa y debemos estar atentos de no equivocarnos o salirnos del camino correcto. Superamos sin dificultad las cimas de la Tuca de Lliterola, el Pico Royo y la Punta de Lliterola, y con un breve descenso y una posterior trepada llegamos a la Aguja de Lliterola. El descenso al collado inferior de Lliterola es algo delicado por el terreno descompuesto que presenta, asĂ que poco a poco vamos perdiendo altura hasta llegar a la base de la imponente pared que presenta la cresta de los Crabiolues.
Nuestro siguiente objetivo es la Punta Mamy, 3.048 metros, probablemente el Tresmil mĂĄs tĂŠcnico de todo el recorrido, asĂ que debemos poner toda nuestra atenciĂłn en cada paso, ya que debemos trepar una pared bastante vertical y algo descompuesta, y en este punto, al estar encajonados en una canal disponemos de poca visibilidad. Nos encontramos con un nevero con una buena pendiente que debemos travesar horizontalmente antes de iniciar la Ăşltima trepada hasta la brecha Mamy. Desde este punto tan solo queda superar un corto resalte para llegar a la cima, cerca de las 2:30 am.
Ya llevamos unas 6 horas de actividad, estamos disfrutando mucho y las condiciones siguen siendo excelentes. Desde la Punta Mamy debemos descender toda la canal hasta llegar a la base de la cresta, dĂłnde iniciamos el descenso, ya por la vertiente francesa, hasta el refugio del PortillĂłn, al que llegamos sobre las 3:30 am.
Decidimos parar a comer algo, ya que llevĂĄbamos muchas horas y empezĂĄbamos a sentir el cansancio por no haber dormido, y era buen momento para coger energĂa antes de encarar una larga subida hasta la siguiente cresta; la Spijeoles â Bellocs. En este tramo tenemos ciertas dificultades para encontrar el camino correcto, la seĂąal del GPS no es del todo precisa debido a las grandes paredes que forman el circo del valle de OĂ´, asĂ que estamos un buen rato peleando por encontrar la subida hacia el Lac de Port de OĂ´. El sendero es poco transitado, muy expuesto en algunos tramos, ya que supera la gran pared del valle por su parte superior, incluso en algĂşn tramo nos encontramos pequeĂąas cadenas que nos ayudan a superar las zonas mĂĄs expuestas. Este tramo no lo conocĂamos, y por primera vez en lo que llevamos de ruta empezamos a ir por debajo de los tiempos de paso que tenĂamos previstos en cada punto. Esto nos desanima un poco, pero seguimos ganando altura y poco a poco nos vamos acercando al Pic dâSpijeoles, punto de inicio de la siguiente cresta. Llegamos a la cima sobre las 5:30 am. despuĂŠs de mĂĄs de 9h de actividad y mĂĄs de 3.000 metros de desnivel positivo acumulado. Sin duda fue la subida mĂĄs dura de todo el recorrido, ademĂĄs se juntĂł con la hora de mĂĄs frĂo y el terreno tan tĂŠcnico nos hizo tardar mĂĄs de lo previsto.
Una vez en la cima, debemos perder altura siguiendo la cresta en direcciĂłn a los Picos Belloc. Esta cresta es la mĂĄs complicada de todo el dĂa, no por su dificultad tĂŠcnica, pero si por el terreno tan descompuesto que presenta. Debemos realizar ciertos flanqueos por zonas muy expuestas dĂłnde la pĂŠsima calidad de la roca transmite mucha inseguridad en todo momento. A medida que nos vamos acercando a los Picos Belloc, vemos que empieza a amanecer, y nos permitimos el lujo de parar unos minutos a contemplar la espectacular salida del sol por encima del inmenso mar de nubes que cubre todo el valle. Sin duda uno de los momentos mĂĄs mĂĄgicos de todo el dĂa y probablemente uno de los mejores paisajes que habĂamos visto hasta el momento.
DespuĂŠs de 45´de cresta llegamos a la cima del tercer Belloc, 3.008 metros y punto en el que giramos para deshacer de nuevo el tramo de cresta hasta volver al Pic dâSpijeoles. El terreno es lento y tardamos casi 1h30â en ir y volver de los Picos Bellocs.
Ya con la luz del dĂa continuamos nuestra marcha en direcciĂłn al Pico Gourdon, 3.034 metros. A pesar de que haya sido una noche ideal por lo que a condiciones se refiere, despuĂŠs de tantas horas agradecemos mucho tener luz y sol para encarar esta Ăşltima parte del recorrido. Desde el Pico Gourdon debemos perder altura por una pedrera vertical hasta enlazar con la subida al Port de OĂ´. El dĂa se presenta estupendo, aunque sabemos que a partir del mediodĂa la previsiĂłn es de tormentas elĂŠctricas, asĂ que no podemos aflojar el ritmo ya que por primera vez en lo que va de actividad empezamos a ir a contrarreloj. Iniciamos la tercera cresta del dĂa; la cresta du Seil dera Baque, que empieza en el Puerto de OĂ´ y termina en el Pico del PortillĂłn.
En este punto Edgar empieza a sentirse algo cansado y con fuerte dolor de cabeza, tantas horas sin dormir empiezan a pasar factura, sumado al gran desnivel que ya llevamos acumulado en nuestras piernas. Me anima a continuar la cresta y decide descansar un rato para poder luego hacer juntos la cresta de los 10 tresmiles del sector del Gourgs Blancs. Esto cambia la situaciĂłn, asĂ que intento poner una marcha mĂĄs y hacer y deshacer la cresta tan rĂĄpido como pueda. El terreno en los inicios de la cresta es lento, ya que trato de ir por el filo para no perder mucha altura y me encuentro constantemente con pequeĂąos gendarmes y pasos que me obligan a ir con cuidado. En 40â llego a la cima del Pic de Seil de la Baque, 3.111 metros, habiendo superado las dos cimas de los Caps de la Baque y la parte mĂĄs comprometida de la cresta.
Desde este punto toca descender unos metros hasta la cima del PequeĂąo Pico del PortillĂłn, 3.000 metros, lugar dĂłnde giro para volver tras mis pasos, ya que la siguiente parte de cresta resulta mĂĄs complicada para hacer en solitario y hubiera llevado mucho tiempo, el cual no disponĂamos. DespuĂŠs de deshacer la cresta hasta llegar de nuevo al Port de OĂ´, dĂłnde me esperaba Edgar, paramos unos minutos a valorar la situaciĂłn. Son cerca de las 11 de la maĂąana, bastante mĂĄs tarde del tiempo que habĂamos previsto en llegar a este punto. Sabemos que hacer los 10 tresmiles que nos faltan nos llevarĂĄ mĂnimo unas 2h mĂĄs, y eso implica arriesgarse a que nos enganche la tormenta elĂŠctrica en plena cresta, si es que no se ha avanzado la previsiĂłn, ya que desde el dĂa anterior no tenĂamos actualizaciĂłn.
AsĂ que tomamos la decisiĂłn de descender hacia los lagos de GĂas y dejar la Ăşltima de las crestas que nos faltaba para otra ocasiĂłn. Empezamos a perder altura por el valle en direcciĂłn al refugio de EstĂłs, dĂłnde nos damos cuenta de que hemos tomado la decisiĂłn correcta, puesto que las nubes empiezan a cubrir las cimas mĂĄs altas del sector y poco a poco el cielo se va volviendo amenazante. Finalmente llegamos al parquin del Valle de EstĂłs, dĂłnde terminaba nuestra aventura, con las primeras gotas de lo que iba a ser una fuerte tarde de tormentas.