Cuevas de Urdax / Foto: Carmelo Peciña (Flickr)
Cuevas de Urdax / Foto: Carmelo Peciña (Flickr)

Cuevas de Urdazubi Urdax

Uno de los más increíbles atractivos de la pequeña localidad pirenaica Urdazubi Urdax, de apenas 400 habitantes, son sus cuevas prehistóricas. La cueva de Ikabaru es la única que puede ser visitada, y se encuentra bajo los prados de Navarra, a pocos kilómetros de la costa y fronteriza con Francia.

Esta gruta tiene sus orígenes hace aproximadamente unos 14 mil años, debido a la continua erosión del río Utxuma. Tiene en su interior las típicas formaciones conocidas como estalactitas y estalagmitas que le aportan una singular belleza subterránea.

La embrujada

La cueva posee un sinfín de leyendas: brujas, contrabandistas, peregrinos y monjes forman parte de ella. Es uno de los yacimientos prehistóricos del paleolítico superior más importantes de Navarra, junto a las cuevas de Berroberria y Alkerdi, que en la actualidad se encuentran cerradas.

Un pastor descubrió esta cueva en 1808, pero las investigaciones han revelado que fue habitada por hombres prehistóricos. Muchos siglos después, fue escondite de contrabandistas y refugio durante la Guerra de Independencia.

Las leyendas locales cuentan que la cueva es morada de las lamias, seres mitológicos similares a las sirenas: mitad peces y mitad mujeres. Las lamias son seres de extraordinaria belleza, que suelen peinar sus cabellos con peines de oro y a veces se enamoran de los mortales, aunque no pueden casarse con ellos.

Dentro de la cueva

Para acceder a los secretos de la cueva es necesario entrar con una visita guiada. En ella, se explicará a los visitantes las reglas que deben seguirse durante el trayecto. Los expertos indican que la cueva es muy sensible a los agentes externos, así que está prohibido comer dentro de ellas.

En el interior de esta milenaria formación la temperatura se mantiene entre 14 y 16 grados, así que los excursionistas deben tomar sus precauciones. Y recordar que no deben tocarse ni las estalactitas ni las estalagmitas, ya que son delicadas formaciones que han tomado miles de años para adquirir esas formas.

La visita dura unos 40 minutos, en los que los excursionistas podrán apreciar formaciones como el «Salón de Recepciones», la «Sala de los Tres Reyes» o la «Sala de las Columnas». La presencia de magnesio en las rocas, que aporta un insólito brillo natural y el sonido del río Urtxuma convertirá la visita en una experiencia mágica.

Los visitantes pueden unir la excursión a las cercanas cuevas de Zugarramurdi y Sara, a través del sendero de las cuevas, un camino de poca dificultad y de unos 6,75 kilómetros, entre prados y bosques. Este camino se encuentra señalizado con un caballo azul.

Rutas

Este pequeño municipio es cruzado por dos rutas: La Ruta de las Brujas y el Camino de Santiago Baztnés. Ambas se cruzan en el monasterio de San Salvador, tristemente célebre por haber sido el sitio donde se realizó el Auto de Fe de Logroño en 1610, donde 11 personas fueron acusadas de brujería y condenadas a la hoguera durante el proceso de la Inquisición española.

El monasterio de San Salvador fue erigido en el siglo XI. También fue hospital de peregrinos y hoy en día se puede visitar el cenobio, el claustro y el antiguo molino, el cual aún se mantiene en funcionamiento.

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