“Pura vida”: Un documental sobre la vida y la muerte
Annapurna (Himalaya) es un sueño para el escalador, un sueño de superación. Es la décima montaña más alta de planeta y una de las más complicadas de escalar. El que lo logra es héroe y el que no, también. Y se califica de “héroe” aunque para Iñaki Ochoa de Olza el término siempre fue innecesario, pues no se consideraba uno.
Pura vida, documental de Migueltxo Molina y Pablo Iraburu, narra la historia del segundo, del héroe que no logró bajar con vida del macizo montañoso de 8.091 metros de altura. El español Iñaki Ochoa de Olza, subió en 2008 el Annapurna, horas después se enteraron que el alpinista no se encontraba bien y debieron emprender un plan de rescate.
El intento de rescatar al fallecido Ochoa de Olza contó con alpinistas y escaladores de todas partes del mundo, para algunos este ha sido una de las más grandes movilizaciones dentro del gremio. En el mismo documental se cuenta que todos eran conscientes de que encontrar al escalador con vida era prácticamente imposible.
Compañerismo fue uno de los ejemplos que dio este evento al mundo, dando a entender también lo que significa realmente esta disciplina y lo que es el verdadero espíritu deportivo.
El documental más visto en 2012
Pura vida estrenó en el Festival de San Sebastián de 2012. De allí fue girando por diversos encuentros cinematográficos y salas de cine, convirtiéndose en el documental más visto en España ese año.
La producción estuvo a cargo de Arena Comunicación, quienes en su página web afirman: “Cuando decidimos producir Pura Vida no imaginábamos que acabaría siendo la película documental española más vista ese año. Tampoco que iba a tener el recorrido internacional que tuvo. Menos aún que iba a exhibirse en salas en Japón o emitirse por la televisión rusa, entre muchas otras”.
En 2018 el film fue reestrenado, esto como conmemoración de los 10 años del fallecimiento del navarro. Las proyecciones fueron realizadas en simultáneo en Pamplona, Bilbao, Barcelona y Madrid.
Su estreno en 2012 y su reestreno en 2018, estuvieron acompañados de una programación con coloquios y otros encuentros que permitían a los asistentes opinar sobre la historia. Debatir entre esas dos realidades que el documental pone sobre la mesa: la vida y la muerte.
Arena Comunicaciones, como parte de la sinopsis de Pura vida, agrega: “Incluso más allá de sus cimas, Iñaki es un hombre excepcional. Tan excepcional como el intento de rescate en sí y los hombres que arriesgaron sus vidas para salvarlo. Excepcional porque su única regla es vivir”.
Parte de lo recaudado con este documental estuvo destinado a la Fundación SOS Himalaya-Iñaki Ochoa de Olza, que opera en Nepal desde hace 11 años, encargada de proyectos de desarrollo, construcción de escuelas hasta el apoyo técnico y financiero de proyectos educativos en diferentes poblados.
“La vida sin la muerte no tiene sentido. Yo lo asumo así”
El documental no solo toma imágenes y declaraciones de lo que fue la operación de rescate. El él también se cuenta la vida de Ochoa de Olza (1967-2008) que, antes del momento en que Su compañero de cuerda activara la alarma, se había convertido en un montañista de primera con más de 200 expediciones al Himalaya.
Para él, como para muchos, este deporte le permitía vivir la vida al máximo. “La vida sin la muerte no tiene sentido. Yo lo asumo así”, decía.
El cuerpo de Ochoa de Olza, quien sufrió edema celebral, quedó en la montaña a miles de metros de altura. Decisión tomada por su familia.
En sus últimos cinco días de vida estuvo acompañado del rumano Horia Colibasanu, quien fue relevado por el suizo Ueli Steck. Ambos tuvieron siempre presentes, en sus planes no estaba dejar solo a navarro ni por un segundo.
Estos y otros involucrados en el plan de rescate, incluso Ochoa de Olza, fueron reconocidos en 2008 por el Gobierno de Navarra con la medalla de oro al mérito deportivo. Steck y Alexei Bolotov, otro involucrado en el rescate, fallecieron años después en la misma montaña.
En 1993 el navarro de 22 años de edad realizó el primer ascenso en la cordillera del Himalaya, específicamente a Cho Oyu, sexta montaña más alta del mundo, a 8.201 metros de altura. La última, antes del Annapurna, fue a Dhaulagiri (8.167 metros) en 2007.
Ochoa de Olza en letras y como ejemplo
No solo el documental busca destacar la vida del montañista. En 2010 se publicó el libro Bajo los cielos de Asia: Memorias del himalayista navarro fallecido en el Annapurna, el cual reúne a forma de “epopeya” la vida del montañanista.
En las páginas de este libro, publicado por Saga Editorial, queda constancia de cómo el navarro veía el reto de subir las montañas más altas de la tierra. Este fue escrito antes de la expedición donde falleció. Se reseña que esta es: “una obra que refleja su extraordinaria personalidad y aporta las claves para entender por qué algunos de los mejores montañeros del mundo realizaron durante cinco días épicos esfuerzos para intentar rescatarle”.
Este libro y el film Pura vida, son documentos que irán pasando de generación a generación como muestra de lo que significa este deporte y de lo que significa la muerte. Además, claro, del ejemplo que da a deportistas de diferentes disciplinas.
De esto último se debe mencionar que en 2010 Josep Guardiola, director técnico para el momento del Barcelona F.C., mostró a sus jugadores un video transmitido en el programa Informe Robinson del Canal +. La intención era motivar y aleccionar a los futbolistas antes el partido que tendrían contra Málaga.
En este material se relata también cómo Ochoa de Olza hizo del Himalaya su hogar, participando numerosas veces en expediciones de rescate. Además de su trabajo en desmitificar la disciplina, para él subir montañas no era un acto de heroísmo.