Castillo de Acher. Selva de Oza / Foto: Abel Cerezuela Sanjulián (CC-BY-SA-3.0)
Castillo de Acher. Selva de Oza / Foto: Abel Cerezuela Sanjulián (CC-BY-SA-3.0)

Valle de Hecho y Selva de Oza

Al hermoso pueblo de Hecho se llega desde la carretera local, A-176, que avanza a la par del río Aragón. El pueblo bien merece un paseo entre sus estrechas calles de piedra. Seguro que no dejas de mirar los tejados con sus características chimeneas. De entre ellas, te mostramos una en la fotografía principal. La fotografía que sigue es de la entrada al pueblo de Hecho.

Desde Hecho continúa la carretera a Siresa, donde se encuentra el monasterio. Lo primero que sorprende es su tamaño, similar al de la Catedral de Jaca. Su data se sitúa en el S. IX, si bien, por la falta de datos del prerrománico europeo, es controvertido su origen y fases de construcción. La iglesia destaca por la sencillez de sus líneas.

Dejando atrás Siresa, el camino sigue en dirección a la Selva de Oza, en la que se va adentrando. Ya verás que el camino va avanzando entre el bosque y la montaña, y se estrecha a medida que progresas entre crestas montañosas que superan los dos mil metros de altitud. Verás también diferentes indicaciones de “bordas”, palabra que si eres de fuera del Pirineo puede que no conozcas, en origen designaba las cabañas destinadas a albergue de pastores y ganado, y en la actualidad te indica que en ese lugar puedes comer.

La Selva de Oza es un lugar perfecto para pasear, también te ofrece la oportunidad de poder practicar barranquismo en cualquiera de sus gargantas. Existen tres aparcamientos donde puedes dejar el coche y desde allí realizar diferentes excursiones, te vamos a contar alguna de ellas.

El primer aparcamiento está en el Centro de Interpretación del Megalitismo Pirenaico, te ofrece servicio de cafetería y rutas guiadas. Una de estas rutas es a través de la calzada romana, por la que como dicen, las legiones, peregrinos y contrabandistas cruzaban el desfiladero de Boca del Infierno -cañón espectacular-. Se trata de una ruta circular de doce kilómetros. Comienza en el sendero que sale a la izquierda del aparcamiento, sigue por la calzada romana, cruza la carretera y el río y vuelve por la senda del gancho, que verás indicada.

El segundo aparcamiento se encuentra en el campamento Ramiro el Monje, desde allí un cartel te indica la senda a seguir -Peña Forcá, y Estribiella-. El camino se inicia entre el bosque de hayas, abetos, y pinos, y tras recorrer dos kilómetros de dura y continúa ascensión, llegas a una pradera desde la que hay una vista espectacular de los macizos de Peña Forcá y Rincón de Alano. Ya estás en el Valle de Estribiella.

Y el tercer y último aparcamiento se encuentra en la pista de Guarriza. Desde tu derecha el camino se dirige al Valle de Aguas Tuertas y al Ibon de Estanés (1.777 m). El camino hasta el Valle es fácil, son tres kilómetros y es ideal para hacer con niños. Dicen del Valle de Aguas Tuertas que es uno de los más bonitos del Pirineo. Si continúas tu marcha, cinco kilómetros más atravesando todo el valle, llegas hasta el Ibón. Desde el lugar donde has aparcado, a tu izquierda comienza el recorrido de cinco kilómetros de subida que te conduce al Ibón de Acherito (1.870 m), el más occidental de todos los lagos del Pirineo.


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