🎬 La reina de la montaña: Lhakpa Sherpa y la cumbre del Everest
El documental «La reina de la montaña: Lhakpa Sherpa y la cumbre del Everest» (con el título «Mountain Queen: The Summits of Lhakpa Sherpa» en inglés), dirigido por Lucy Walker, captura la esencia de la vida de Lhakpa Sherpa. Walker, conocida por su enfoque empático y narraciones cautivadoras, sigue a Lhakpa en su décimo ascenso al Everest. El filme no solo se centra en la escalada física, sino en los desafíos personales que Lhakpa enfrenta como madre soltera y sobreviviente de abuso..
La película es un testimonio de la resiliencia humana y un tributo a todas las mujeres que enfrentan montañas, ya sea en la vida o en la naturaleza. Aunque el Everest es el telón de fondo, la verdadera historia es la lucha interna de Lhakpa, su inquebrantable espíritu y su capacidad para superar las adversidades más extremas.
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Una vida marcada por la altitud
El Everest es la cima del mundo, pero para Lhakpa Sherpa, es algo más que una montaña. Es su destino, su refugio y su prueba más grande. Mientras otros escaladores ven en el Everest una meta extraordinaria a alcanzar una vez en la vida, Lhakpa ha hecho de esa cumbre su campo de batalla, su templo y su hogar. Con diez ascensos exitosos a la montaña más alta del mundo, Lhakpa ostenta el récord de la mujer con más ascensiones al Everest, y lo ha hecho enfrentándose no solo a la hostilidad de la montaña, sino a las adversidades de la vida misma.
Esta mujer sherpa ha roto barreras y desafiado expectativas en cada ascenso. Con una historia marcada por la pobreza, la violencia doméstica y la falta de patrocinadores, Lhakpa es una inspiración no solo para la comunidad de alpinistas, sino para mujeres en todo el mundo. En un nuevo documental de Netflix, Mountain Queen: The Summits of Lhakpa Sherpa, dirigido por Lucy Walker, su increíble viaje al techo del mundo es llevado a la pantalla con la crudeza y belleza que merece.
Las primeras cumbres: Escalar la pobreza y los prejuicios
Lhakpa Sherpa nació en un entorno donde el Everest no era un desafío deportivo, sino una fuente de ingresos y supervivencia. Creció en la región de Makalu, un área aislada y remota en el Himalaya nepalí, donde la pobreza y las tradiciones restringían las oportunidades de las mujeres. Para Lhakpa, la escuela nunca fue una opción. En cambio, aprendió a pastorear ganado y ayudar a su familia en las tareas del hogar.
Sin embargo, el Everest siempre estuvo en su horizonte. Mientras los extranjeros ricos llegaban a Nepal para conquistar la cumbre, Lhakpa y su familia trabajaban como porteadores y guías, ayudando a estos aventureros a realizar sus sueños. Pero Lhakpa soñaba en grande: no solo quería ayudar a otros a llegar a la cima, ella quería estar allí. Y lo logró por primera vez en 2000, convirtiéndose en la primera mujer sherpa en alcanzar la cumbre del Everest y regresar con vida.
La guerra contra los elementos y la desigualdad
Escalar el Everest no es solo un desafío físico; es una lucha mental, emocional y, en el caso de Lhakpa, una guerra constante contra la desigualdad de género. Mientras que el Everest atrae a escaladores de todo el mundo con recursos suficientes para pagar miles de dólares en permisos, equipos y guías, Lhakpa ha ascendido con recursos limitados. Muchas veces se ha enfrentado a la montaña sin el equipo moderno que usan otros alpinistas.
A pesar de tener el récord mundial de ascensos al Everest para una mujer, Lhakpa sigue siendo una desconocida para muchos fuera del círculo de montañeros. A lo largo de su carrera, ha luchado por conseguir patrocinadores y apoyo financiero, mientras que escaladores menos experimentados y con menos logros atraen la atención de los medios y el respaldo de grandes marcas. Algo que suponemos cambiará con su salto a la palestra mediática a través de este documental de Netflix.
La montaña dentro: Superando el abuso y la adversidad
Pero la cumbre del Everest no ha sido el único pico que Lhakpa ha tenido que superar. Su vida personal ha estado llena de tormentas tan violentas como las que azotan el Himalaya. En 2004, durante una expedición al Everest, su esposo la agredió físicamente en plena expedición. El incidente se convirtió en un escándalo mediático, pero también marcó un punto de inflexión en su vida.
Tras dejar a su esposo, Lhakpa se convirtió en madre soltera de dos hijas y un hijo. Mientras otros alpinistas descansan en sus logros, ella sigue luchando, no solo en las montañas, sino en la vida cotidiana. Trabaja en una tienda de comestibles en Connecticut, lejos del glamour de otros escaladores famosos, pero con una determinación que trasciende la fama. Cada dólar que gana se invierte en su próximo ascenso, y en asegurar un futuro mejor para sus hijos.
Escalando hacia el futuro: ¿Qué sigue para la Reina del Everest?
En la actualidad, Lhakpa sigue desafiando las expectativas. A pesar de los riesgos y las dificultades financieras, planea seguir escalando el Everest. Su objetivo no es solo aumentar su propio récord, sino inspirar a las nuevas generaciones de mujeres, especialmente a aquellas que provienen de entornos similares al suyo.
El Everest se está convirtiendo en un lugar cada vez más concurrido y comercializado, pero Lhakpa representa una conexión auténtica con la montaña. Para ella, escalar no es solo un deporte o un logro personal; es una forma de vida, un legado para sus hijos y una lucha constante por la igualdad y la representación.