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    ¿Es caro hacer senderismo? 11+1 trucos técnicos y prácticos para ahorrar dinero en cada ruta

    Pirineos y montaña 📩

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    Durante años, he visto cómo muchas personas se frenan a la hora de iniciarse en el senderismo por una barrera que no siempre es real: el precio. Y es verdad que este mundillo puede llegar a ser muy caro… si lo permites. Entre el marketing de las marcas, la obsesión por lo último en materiales ultraligeros y las redes sociales, parece que necesitas una hipoteca para ir al monte. Pero no. Lo técnico no es sinónimo de caro. Y lo caro no es sinónimo de necesario. Con conocimientos técnicos precisos, puedes optimizar tu gasto sin sacrificar rendimiento ni seguridad.

    No necesitas gastarte 2.000 € en material para empezar a caminar. Lo que sí necesitas es criterio, sentido común y, sobre todo, ganas.

    Aquí te dejo una lista de estrategias (pueden salvarte la cartera más de una vez) para disfrutar más, gastar menos y no renunciar a la aventura.

    1. Usa lo que ya tienes

    El 90 % de las rutas pueden hacerse con material básico: un calzado decente, una mochila funcional y algo de abrigo. No hace falta tener una chaqueta de 400 € ni una mochila de fibra de Dyneema para caminar por un GR.

    👉 Consejo técnico: si estás empezando, prioriza capas: una camiseta transpirable (no de algodón), una chaqueta cortavientos y un forro polar ligero. No compres una prenda cara sin haber salido al menos unas cuantas veces.

    Recuerda: la mejor manera de ahorrar es no comprar lo que no necesitas… todavía.

    2. Pide prestado o alquila equipamiento específico

    Para actividades puntuales (alpinismo, raquetas, nieve, rutas invernales), alquilar es la opción más inteligente. Comprar crampones o un piolet para usarlos una vez es un derroche. Muchas tiendas locales, o el mismo Decathlon, también tienes alguna web específica, ofrecen alquileres a buen precio, e incluso material reacondicionado.

    Y si tienes un grupo habitual de montaña, compartir material técnico es una práctica común. Así empecé yo: el primer hornillo que usé fue prestado, lo mismo que la primera tienda de campaña.

    3. Compra con cabeza: calidad-precio por encima de marca

    El marketing outdoor puede ser agresivo. Nos venden que más caro es más seguro. Pero hay marcas que ofrecen una relación calidad-precio muy competitiva. Investiga, compara y, si puedes, espera a rebajas.

    Y si no sabes si un artículo del equipo te servirá, pide prestado o alquílalo primero. Probar antes de comprar te ahorra errores caros.

    4. En grupo: comparte transporte, equipo y conocimientos

    Ir en grupo no solo es más divertido. Es logísticamente más eficiente. Se comparten coches, combustible, materiales y hasta comida. Además, aprender de compañeros con más experiencia es oro puro.

    Ejemplo real: en una travesía, compartimos tienda y turnamos el hornillo. Resultado: mochilas más ligeras y billeteras menos vacías.

    5. Explora lo que tienes cerca

    Nos obsesionamos con Alpes, Islandia o el Himalaya, pero ignoramos joyas a 40 minutos de casa. Microaventuras locales reducen el coste (sin renunciar a la aventura).

    👉 Ejercicio práctico: abre el mapa y traza un radio de 100 km. Busca zonas poco conocidas, picos secundarios o valles menos transitados. Vas a sorprenderte.

    6. Evita zonas masificadas

    Ordesa, Carros de Foc, Picos de Europa… sí, son espectaculares. Pero también lo son sus precios en temporada alta. Alojamientos saturados, restricciones, tarifas obligatorias… Y además, menos disfrute.

    Las zonas menos conocidas ofrecen más libertad, precios más bajos y la tranquilidad que buscas. Haz de la planificación tu herramienta de ahorro.

    👉 Tip extra: muchos refugios alternativos (no guardados) son gratuitos.

    7. Acampa (legalmente)

    Dormir al raso puede ser mágico y barato, pero cuidado: la normativa cambia según el parque o la comunidad. En Pirineos, por ejemplo:

    • En Ordesa, se puede acampar solo en zonas habilitadas (como junto al refugio de Góriz), y previa reserva.
    • En muchos parques nacionales, el vivac (dormir sin tienda) es legal solo por encima de 2.000 m, y cumpliendo horarios (montar al anochecer, desmontar al amanecer).
    • En Francia, la regulación varía, pero hay mayor permisividad en espacios no protegidos.

    👉 Llevar un tarp ultraligero o una funda vivac te da flexibilidad y autosuficiencia. Pesa menos y cuesta menos que muchas tiendas.

    8. Temporada baja: menos gente, menos gastos

    En otoño o primavera, los precios bajan. Algunos refugios franceses permanecen con zonas abiertas sin guarda (modo invierno), y puedes usarlos gratuitamente.

    Ojo técnico: fuera de temporada hay menos servicios, pero si llevas hornillo y saco adecuado, es una gran opción. Solo asegúrate del grado de aislamiento térmico del saco (confort y límite) y lleva esterilla de célula cerrada para evitar pérdida de calor.

    9. Come bien, gasta poco

    La comida liofilizada es práctica, pero carísima. Puedes sustituirla por opciones del supermercado:

    • Couscous instantáneo
    • Puré de patata en copos
    • Ramen deshidratado
    • Sopa en sobre
    • Frutos secos y embutido

    10. Considera el autostop o la logística creativa

    Muchas rutas lineales terminan lejos de donde empezaste. Las empresas de transfer existen… pero cuestan. El autostop sigue siendo común en entornos montañeros. Y es parte del juego. A mí me han sacado de infinidad de rutas en el Pirineo con una sonrisa y una conversación compartida.

    ¿No te convence? Busca rutas circulares o aprovecha grupos para dejar coches en ambos extremos.

    11. Camina más rápido, gasta menos

    No se trata de correr, sino de optimizar etapas. Si haces una ruta en 5 días en vez de 7, reduces comidas, noches de alojamiento y días fuera de casa.

    👉 Nota técnica: un ritmo eficiente no es sinónimo de ir al límite. Planifica con margen, pero alarga etapas si tu estado físico lo permite. Especialmente en rutas conocidas donde los puntos de agua y vivac están bien definidos.

    BONUS: Repara y reutiliza

    Parchea, cose, engrasa cremalleras, cambia plantillas. Hay una nueva cultura en torno al mantenimiento del material. Patagonia, NNormal y otras marcas ya lo impulsan.

    Y tú también puedes. El kit de costura es parte de mi equipo fijo. Un pantalón roto no es basura: es historia viva.

    La montaña es gratis. Lo demás, opcional.

    El senderismo puede ser barato, flexible y 100% disfrutable sin necesidad de dejarte el sueldo en material técnico. Es una cuestión de mentalidad, estrategia y conocimiento.

    Tira de ingenio, comparte, planifica. Y sal ahí fuera. Porque el lujo de caminar por la montaña sigue siendo —de momento— gratuito (en muchos lugares).

    ¡No te pierdas ninguna aventura en los Pirineos!

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