Cómo mantener el rendimiento en las rutas de montaña en mountain bike
Mantener un buen rendimiento en rutas de montaña en mountain bike de larga distancia no pasa solo por contar con una buena forma física. Existen múltiples estrategias que pueden ayudar a mejorar el tiempo final en una prueba de muchos kilómetros como la GR-11 de los Pirineos.
Conoce tu cuerpo y tus límites
Realizar bien el trabajo previo a enfrentarte a una ruta outdoor en bicicleta de montaña facilitará el desgaste. Examina correctamente el tipo de ruta a la que te vas a enfrentar durante la prueba. Visualiza aquellos puntos donde puedes notar más la fatiga y aquellos donde puedes subir una marcha más para compensar el resto. También los kilómetros donde realizarás un descanso para hidratarte y reponer energías. Consulta la previsión meteorológica para el día de la prueba. Es importante adoptar la indumentaria a condiciones de lluvia, así como protegerse del calor con gafas de sol, maillots transpirables y bronceado. Revisa la velocidad del viento y la forma en la que puede afectar a tu pedaleo. Un viento racheado y de lado obliga a extremar las precauciones.
Conocer tu cuerpo y tus límites físicos son algunas de las grandes claves para rendir a buen nivel durante todos los kilómetros que dure la ruta. Te permite administrar tus fuerzas, conocer tus puntos fuertes y débiles y, a su vez, planificar la prueba con el objetivo de sufrir lo menos posible donde seas menos fuerte y aumentar tu ritmo en aquel terreno donde estés más cómodo. De hecho, la mejor estrategia es ir de menos a más. Empezar rodando a un ritmo suave e ir incrementando la marcha a medida que pasen los kilómetros. Jugar con el desarrollo también te ayudará a manejar correctamente tus fuerzas, así como la posición encima de la bicicleta. Levántate del asiento durante los ascensos y adopta una posición más aerodinámica en las bajadas.
No intentes seguir a aquellos que tengan mejor ritmo que tú, porque puedes correr el riesgo de quedarte sin energía. Sin embargo, mantener una distancia visual con alguien puede ayudarte a encontrar esa carencia de pedaleo correcta, que mejore tu rendimiento físico.
Una dieta correcta antes, durante y después de la ruta
Con todo, los nutrientes tienen la otra llave para rendir bien durante muchos kilómetros de bicicleta de montaña. Es importante alimentarte bien durante las horas previas a la ruta, a base de proteína e hidratos de carbono. Una vez encima de la bicicleta, la clave es mantener los niveles de glucosa e hidratación. Bebe agua constantemente y combínalo con una bebida isotónica. Evitará mareos y mejorará nuestro rendimiento muscular. Si quieres recuperar rápidamente también puedes tirar de gel.
Asimismo, deberemos llevar con nosotros alimentos de los que podamos echar mano, sin que nos perjudique estar subidos en una bicicleta. Durante las horas previas, además de desayunar, debemos preparar pequeñas porciones de fruta, frutos secos o barritas energéticas, que nos permita ser ligeros a la hora de sacar la comida y meterla en la boca. Después de la ruta, es importante recuperar los músculos si queremos poder seguir entrenando durante los próximos días. Realiza los estiramientos correspondientes para evitar que la musculatura se agarrote, recupera toda el agua que has perdido, así como la energía a partir de hidratos de carbono de absorción rápida, como un plátano o frutos secos.
Con una estrategia correcta a base de alimentación, hidratación, indumentaria, técnica y gestión de las fuerzas podremos conseguir mejorar nuestro rendimiento durante una larga ruta de bicicleta de montaña. Ser bueno en mountain bike no consiste en únicamente tener el mejor físico, sino en ser el mejor en combinar todos los elementos que entran en juego.