5 destinos naturales en el suroeste peninsular
El suroeste de la península ibérica atesora una geografía en la que se esconden lugares increibes, maravillas naturales, muchas de ellas aún por descubrir para el gran público.
En este mini reportaje te proponemos 5 destinos de naturaleza que pueden inspirarte a preparar un viaje de fin de semana o para varios días. La época en la que nos encontramos es un momento ideal para visitar la zona, las dehesas están verdes, los castañares vestidos de otoño, las cumbres nevadas y casi lo más importante, estamos a salvo de los rigores del verano. Solo hay un problema, por cual de ellos empezar.
Cerro del Hierro
La Sierra Norte de Sevilla es una zona bastante desconocida más arriba de Despeñaperros. Lo primero que llama la atención al forastero que visita esta zona por primera vez, es la frescura que desprende el paisaje y el intenso verdor de la dehesa, extensa y bien conservada.
El Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla fue declarado espacio natural en 1989. En 2002 fue incluido por la UNESCO en la Reserva de la Biosfera «Dehesas de Sierra Morena» y declarado Geoparque en 2011. En su interior se encuentra el Monumento Natural del Cerro del Hierro, algo verdaderamente loco. Se trata de un karst de 500 millones de años de antiguedad. Un paisaje jalonado por centenares de agujas dispuestas de forma totalmente anárquica. Para adentrarnos en este laberinto, podemos seguir un sendero totalmente balizado que serpentea entre pasillos de roca y se adentra a través de túneles al interior de lo que fue una antigua explotación minera, abandonada en 1985. De aquí salió el hierro para construir el puente de Triana. Una recomendación, llevad linterna y no os salgáis de los caminos balizados debido al peligro de derrumbes.
Años más tarde del abandono de la minería, cuyo origen se remonta a la época romana, los escaladores sevillanos fijaron la vista en este lugar y comenzaron a equiparse los primeros sectores. Aunque a finales de la decada de los 90 y años sucesivos, la escuela atravesó un periodo de abandono, hoy vuelve a ser la primera escuela de escalada de la provincia. Las vías, alrededor de 180, son cortas, de hasta 25 metros, la mayoría entre V y 6C y predominan las placas de adherencia. Sí pensáis ir a escalar, en algunos sectores puede ser necesario solicitar permiso.
Cerca de aquí merece la pena visitar las cascadas del Huéznar, recorrer a pie o en bicicletas los 18 kilómetros de la vía verde de la Sierra Norte de Sevilla y acercarse a conocer los numerosos geositios que hay por todo el Geoparque.
Sierra Grande de Hornachos
La Sierra Grande de Hornachos, situada en el centro de la provincia de Badajoz, entre las comarcas de La Serena, Campiña Sur y Tierra de Barros, representa el mayor relieve de está última, a la que pertenece.
La Sierra Grande de Hornachos sobresale de forma destacada en un territorio prácticamente llano, de colinas onduladas, como un isla verde de abrupto relieve. A sus pies se extiende la Tierra de Barros, una comarca agrícola por excelencia, de tierra fértil, famosa por los barros que se forman cuando llueve y en la que predominan los cultivos de viña y olivar tradicional.
La Sierra Grande de Hornachos recibe su nombre de la villa de Hornachos, una localidad en la que merece la pena detenerse para conocer su patrimonio y descubrir su historia. Un avance, aunque su origen parece estar en un asentamiento romano, algunos autores apuntan a su fundación en alguna época anterior. De esta época se conserva la calzada romana que atraviesa la sierra. El momento de mayor explendor se produjo durante la edad moderna, hasta la expulsión de los moriscos en el siglo XVII. De aquellos pobladores que se vieron forzados a abandonar Hornachos, gran parte acabó en Salé, lo que después fue Rabat. Las continuas diferencias con la población local, más tradicional, les llevó a continuos enfrentamientos que terminaron con la declaración de la República de Salé, un estado pirata de corsarios cuyo principal objetivo eran los barcos españoles.
De vuelta a la Sierra de Hornachos, os recomendamos realizar alguna de las rutas señalizadas que hay por la sierra, podéis subir hasta el castillo, descubrir los numerosos vestigios romanos y musulmanes, ir en busca de las pinturas rupestres, cruzar al otro lado de la sierra, a la zona de umbría, o subir hasta el Peñón de Marín (943m) para contemplar las inmensas vistas que hay desde su cumbre, envidia de otros picos mucho más altos.
Desde el ayuntamiento nos proponen estas cinco rutas de dificultad media-baja: Camino de las Hachas, Ruta de los Escalones o del Carrascal, Ruta de la Sierra de Pinos, Camino de la Umbría y una ruta monumental por el casco histórico.
La Raya: el P.N de la Serra de São Mamede y la Sierra Fría.
La Raya o A Raia es la zona fronteriza que se extiende entre España y Portugal a lo largo de 1.200 kilómetros. Se trata de la frontera más antigua de Europa, con más de siete siglos de historia, y aunque hoy en día es una zona de intercambio cultural con poblaciones a ambos lados que comparten elementos históricos, culturales y económicos, en el pasado fue un polvorín, una zona de enfrentamientos constante.
Desde un punto de vista natural, la Raya es un corredor en el que encontamos espacios naturales de primer orden como la Sierra de la Culebra, las Arribes del Duero o el Parque Natural Tajo Internacional. Justo aquí, al sur de este espacio de cooperación transfronterizo con varias zonas Z.E.P.A, se encuentra el Parque Natural de la Serra de São Mamede y la Sierra Fría, un ramal de esta que hace de frontera natural.
Os proponemos comenzar la visita en el lado español, en el municipio cacereño de Valencia de Alcantara, el lugar de Europa Occidental con mayor concentración de monumentos megalíticos. Los dólmenes, declarados Bien de Interés Cultural Nacional, pueden visitarse. Os recomendos realizar la ruta que parte de La Aceña de la Borrega, en la que además de descubrir varios de estos monumentos, visitaréis un magnífico paisaje granítico de berrocal y de bosque mediterráneo.
La siguiente parada es Marvão, si bien, los escaladores podéis realizar un alto en el camino y deteneros en la zona de escalada de Puerto Roque. Una escuela de escalada en roca cuarcita, formada por crestas de relieve típicamente apalachense. Llegar a la localidad de Marvão no es como llegar a un sitio cualquiera. El pueblo se encuentra totalmente amurallado, en lo alto de un cerro a más de 800 metros de altura y con un castillo en su punto culminante desde el que podéis divisar todo el Parque Natural Tajo Internacional y nuestro siguiente objetivo, la Serra de São Mamede.
El pico de São Mamede (1.025m), en la sierra del mismo nombre, constituye el punto más alto de Portugal al sur del río Tajo. Las vistas como ya os podéis imaginar son infinitas. Os recomandos la subida en bicicleta por una carretera descarnada hasta las antenas y que en el último kilómetro, tiene rampas del 18%. Toda la zona es altamente recomendable para recorrer en bicicleta de montaña o carretera, por sus carreteras casi desiertas, libres de tráfico. Las laderas de la sierra están cubiertas por frondosos bosques en los que abundan los pinares, robles, castaños, alcornoques y encinas. La presencia de helechos os hará pensar que os encontráis en alguna zona del norte peninsular.
Sierra de Grazalema
La Sierra de Grazalema, al noreste de la provincia de Cádiz, es el hábitat del pinsapo. Una tipo de abeto presente únicamente en esta sierra, y en menor medida, en las cercanas Sierra de las Nieves y Sierra Bermeja, además de un pequeño reducto al norte de Marruecos. Precisamente, fue la presencia de esta joya botánica que hoy solamente encontramos aquí, pero que hace millones de años ocupaba grandes extensiones del continente europeo, lo que propició la declaración de estas sierras como Reserva de la Biosfera y Parque Natural.
La mejor manera de conocer la sierra es caminando. Muchos de los senderos pueden transitarse sin problema todo el año, sin embargo, para acceder a algunas zonas es necesario solicitar un permiso en el centro de visitantes de la localidad de El Bosque o contactando por teléfono o correo electrónico.
Los cuatro senderos para los que hace falta pedir permiso son del todo recomendables para una primera toma de contacto con el parque. Se trata del sendero del Pinsapar, la subida al Torreón, el sendero de la Garganta Verde y el de los Llanos de Rabel.
El sendero del Pinsapar se adentra en la cara norte de la Sierra del Pinar, donde se encuentra la mayor superficie de pinsapos, unas 400 hectáreas. En la ruta al Torreón, se asciende hasta el pico más alto de la sierra y de la provincia de Cádiz. Si se quiere subir recorriendo la cresta desde el Pico San Cristobal, será necesario pedir un permiso especial adicional. El sendero de la Garganta Verde desciende hasta el interior de un espectacular cañón horadado por el arroyo de Bocaleones. El punto más espectacular se encuentra al final del tramo de andar, en la Cueva de la Ermita. El sendero de los Llanos de Rabel es el más sencillo de los cuatro. Se adentra en la Zona de Reserva, donde comienza el bosque de pinsapos. En esta ruta destacan las impresionantes vistas sobre la cara norte de la sierra del Pinar que hay durante la aproximación.
Además de estas cuatro rutas y de otras muchas que merece la pena recorrer, la visita a la Sierra de Grazalema quedaría incompleta sin detenerse a conocer los pueblos blancos, llamados así por el blanco de la cal utilizada en sus fachadas para repeler el calor del verano.
Geoparque Villuercas Ibores Jara
Un geoparque o parque geológico es un territorio que presenta un patrimonio geológico notable y que lleva a cabo un proyecto de desarrollo basado en su promoción turística. El geoparque mundial de la Unesco Villuercas – Ibores – Jara cumple sobradamente con estos requisitos. Se trata de un macizo montañoso situado en el sureste de la provincia de Cáceres, dentro de los llamados Montes de Toledo, teniendo aquí precisamente su mayor altura, en el Risco de la Villuerca (1.601m).
La cima del Risco de la Villuerca es un lugar inmejorable para la interpretación de este sistema montañoso rodeado de antiguas penillanuras y constituido por una serie de sierras y valles paralelamente alineados con dirección noroeste-sureste. El encajonamiento de la red fluvial actual ha configurado la principal característica geomorfológica de la comarca, el llamado relieve apalachense, por analogía a los montes Apalaches de Norteamerica, y que aquí en Europa tiene en las villuercas su mayor ejemplo.
Hechas las presentaciones, os recomendamos pasar por alguno de los centros de información del geoparque. Aquí os podrán aconsejar sobre las rutas, los eventos y podréis conseguir los folletos con información detallada para visitar los 50 geositios que hay catalogados por el geoparque.
Desde la web oficial del Geoparque han elaborado una listado «top 10 de geositios» formado por: el Risco de la Villuerca, el Castillo de Cabañas y el Sinclinal de Santa Lucía, el Estrecho de Peña Amarilla, la Cueva de Castañar de Ibor, el Desfiladero del Pedroso, el Desfiladero de las Ruecas, la Chorrera y los Castaños de Calabazas, el Cancho de las Sabanas, el Risco Carbonero y la Mina Costanaza.
Por último, no dejes pasar la oportunidad de visitar el Real Monasterio de Guadalupe o darte un paseo por los bosques de castaños y los robledales en torno a la localidad de Castañar de Ibór, sobre todo en otoño. Si eres amante del ciclismo, la subida al Risco de la Villuerca es una dura prueba, seguramente la recuerdes de la Vuelta a España 2021.