Descubre la magia del Camino Primitivo de Santiago
La ruta ofrece infinidad de encantos, desde los paisajísticos hasta los de un patrimonio histórico exuberante.
El trazado Xacobeo conocido como Camino Primitivo representa las auténticas esencias de la peregrinación compostelana, hasta el punto de estar considerado como la ruta originaria y por tanto más antigua, lo que explica su denominación.
El Camino Primitivo es también llamado ruta Ruta Interior del Camino de Santiago por el Norte y Camino de Oviedo. Parte del propio corazón de la ciudad, concretamente de la portada de su catedral, y transcurre a lo largo del Principado hasta llegar a Lugo. De aquí, se dirige a Melide, en A Coruña, donde confluye con el Camino Francés, a 55 kilómetros de la catedral compostelana.
Con este trayecto de peregrinación se totalizarían 313 kilómetros, de los que 255 aproximadamente corresponderían al Camino Primitivo, y el resto al Francés.
Por lo general, el recorrido suele dividirse en unas 13 o 14 etapas de entre 20 y 25 kilómetros, aunque a este respecto hay que valorar que es una ruta que surca trazados elevados exigentes, que si bien deparan unas vistas prodigiosas requieren de una buena forma física.
Atractivos del Camino Primitivo
Hacer el Camino Primitivo entronca con la antigua tradición Medieval de visitar la catedral ovetense durante la peregrinación a Santiago. Además, se trata de una ruta menos transitada, una menor afluencia de peregrinos que permite disfrutar de una experiencia mucho más genuina, para gozar de sus múltiples encantos que cautivan los sentidos y elevan el espíritu.
A lo largo de esta ruta los peregrinos pueden encontrar increíbles entornos naturales y un gran patrimonio artístico, histórico y cultural. Todo ello sin renunciar a unas buenas infraestructuras, que son muy de agradecer, como bien saben quienes se han aventurado con el Camino de Santiago en cualquiera de sus trayectos.
El Camino Primitivo es pródigo en monumentos tanto románicos como góticos, estilos artísticos que nos trasladan respectivamente a la Alta y Baja Edad Media de esta zona, particularmente rica en vestigios de esta etapa, que además en muchos casos se han preservado en muy buenas condiciones.
Asimismo, el trazado de esta ruta atraviesa paisajes increíbles, con montañas, ríos, acantilados y bosques rebosantes de belleza, que siempre atrapa a cualquier amante de la naturaleza. De hecho, uno de sus principales atractivos es que carece prácticamente de tramos de asfalto, y brinda parajes sin huella de transformación humana.
Mientras que si nos vamos a la vertiente más práctica, una dimensión esencial a poco que empieza a acumularse la fatiga por las duras jornadas, nos encontramos con una buena red de alojamientos, una excelente señalización, buenos servicios así como toda la infraestructura que puede precisar un peregrino. Además, al ser una ruta menos masificada resulta menos difícil encontrar albergues libres…
Así, se conjuga una experiencia genuina de encuentro con la naturaleza con el confort mínimo necesario para acometer una aventura de estas características, que implica recorrer muchos kilómetros a lo largo de muchas jornadas seguidas.
Por sus paisajes, por su patrimonio y por todos sus encantos merece mucho la pena hacer el Camino Primitivo.