Huesca, la capital del Alto Aragón
Si aún no sabe a dónde ir en sus próximas vacaciones pero tiene claro que quiere descubrir parajes históricos, a la vez de disfrutar de una buena gastronomía y festivales sin igual, puede que quiera ir a Huesca.
Puede que no tenga una población muy grande, pero su importancia a nivel nacional e internacional por la historia que contiene es innegable. Si a eso se le suma su particular belleza gracias a su cercanía con los Pirineos, por lo que se le apoda “la puerta de los Pirineos”, entonces parece clara esta elección. Por si fuera poco, el clima de esta zona se corresponde con el típico clima mediterráneo que siempre es tan placentero.
Es irónico que la historia de esta ciudad comience en la prehistoria, de lo que hace ya más de 6.000 años. Podremos ver pruebas de la acción humana desde la revolución neolítica hasta, por ejemplo, el Imperio Romano, pasando por supuesto por las diferentes eras de la humanidad. Podrá fascinarse con todo lo que aconteció a lo largo de la historia.
Podrás ver los vestigios de las guerras visigodas, de la Guerra de Sucesión o incluso de la reciente Guerra Civil.
Si alguna vez se acerca por esta preciosa población, es recomendable que no se pierda el Parque de Miguel Servet, las murallas circundantes, el precioso Convento de San Miguel, la gran Iglesia de Santa María In Foris, el nada habitual Ayuntamiento de Huesca, el hermoso Palacio de Villahermosa, el Palacio de los Climent, el genial Palacio de los Oña, la Basílica de San Lorenza, la Ermita de San Jorge, el Santuario de Loreto, la Fuente de las Musas y, por supuesto, el gran Palacio de Congresos de la ciudad. Tampoco nos podemos olvidar de la gran catedral que termina de redondear los destinos en esta variopinta ciudad.
No nos podemos olvidar tampoco de lo que prometimos anteriormente: la comida. Es exquisita, y siempre podrás combinarla con una buena fiesta nocturna, buena música y el ambiente de esta bonita ciudad.
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