El Refugio de Belagua volverá a abrir sus puertas gracias a un proyecto transfronterizo
El proyecto, liderado por la Comunidad de Trabajo de Los Pirineos, además de reacondicionar el Refugio Ángel Olorón —más conocido por el Refugio de Belagua—, mejorará los senderos cercanos y el refugio de L’ Abérouat. Se estima que esté concluido para el 2019
El inclemente clima de la zona (nieve, viento y sol), sumado a que ha estado cerrado por más de una década, han acrecentado su deterioro y actualmente se encontraba en estado de semi ruina.
Pero esta realidad cambiará próximamente debido a un proyecto de la Comunidad de Trabajo de Los Pirineos, que le devolverá el brillo a este refugio emblemático de montañeros. La inyección de dinero asciende a 2,2 millones de euros destinados a la rehabilitación del refugio navarro de Belagua.
El proyecto surge gracias al acuerdo firmado entre la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada, la Junta, el Gobierno de Navarrra, destacando el apoyo del Plan de Cooperación Transfronterizo Belarouat.
Un obra integral
La meta principal del proyecto es darle valor agregado al entorno del Pic d’Anie, además de la promoción de la colaboración entre los refugios de montaña de ambos lados de la frontera: el de Belagua y el de L’ Abérouat.
A través de esta partida también se incluyó el acondicionamiento de los senderos o caminos que existen de ambos extremos de la frontera, con el propósito de brindarles una mejor experiencia a los visitantes y montañeros, así como promover mayor turismo en la zona.
Asimismo, la Comunidad de Trabajo de Los Pirineos también busca fomentar el conocimiento de la montaña y el montañismo, a través de diversas actividades que tienen como fin principal educar a jóvenes y escolares a disfrutar de la experiencia de estar en contacto con la naturaleza y a desconectarse un poco de la tecnología.
Historia del Refugio de Belagua
La iniciativa de construir un refugio de montaña en Navarra se detectó en 1947. Justamente en un boletín del Club Deportivo de Navarra de ese año se hizo el anuncio que se propagó rápidamente.
No es sino hasta en 1964 cuando se comienza a trabajar en el proyecto y es en 1971 el momento en que se cristaliza el deseo de tener una “casa en las montañas”.
Desde los años setenta, el Refugio Ángel Olorón es referencia obligada entre los conocedores porque se transformó en una referencia en la zona.
Este sitio especial, ofrecía albergue y la información necesaria a aquellos que no tenían ningún otro lugar cerca donde descansar o requerían asistencia en cuanto a seguridad.
Tanto en los Pirineos de Aragón, Andorra y Catanluya existen redes de refugios que están entrelazados por senderos de diversos tipos. De hecho, el país vecino, Francia, también cuenta con diversos refugios para darles asistencia a los montañeros.
No obstante —sin explicación— el Refugio de Belagua cerró sus puertas cinco décadas después de su inauguración en el año 2003 y dejó un vacío para aquellos deportistas que visitan la zona.
Gracias a este proyecto transfronterizo se logrará la reapertura del Refugio de Belagua y se pondrá fin a la carencia de espacios para el descanso en el Pirineo navarro, además constituye una gran obra para incrementar el turismo en la zona.