Brochas y botes
Continuamos con la publicación de los microrrelatos de la tercera edición del concurso: Relatos de Altura, os dejamos disfrutar con «Brochas y botes», de Emilio Mateos Ortega.
Brochas y botes
·por Emilio Mateos Ortega·
No recordaba cuando fue la primera vez que su abuelo le llevó a la montaña, pero sí, que fue este ascendiente, el que le metió el gusanillo de las alturas.
Fueron años en los que compaginó los estudios del instituto y luego la universidad, con las salidas a los riscos y barrancos, cargado de todo ese equipo de chatarra, cordajes y bocatas en la mochila, que siguió compartiendo con el viejo durante unos años.
Todo cambió con el tiempo; el anciano ya no estaba, pero la actividad desarrollada, hacía que arneses, cuerdas, mosquetones, ochos, IDs, y por supuesto los cascos, siguieran unidos a su vida. Estos años en la Facultad de Bellas Artes, habían moldeado sus apetencias; ahora, con un colega de altura, estructuraba la fachada a pintar, colgado de una buena instalación.
– ¡Paco! ¡Pásame las brochas y los botes! ¡Este mural va a quedar de vicio!