Caixicos viejos
Continuamos con la publicación de los microrrelatos de la tercera edición del concurso: Relatos de Altura, os dejamos disfrutar con «Caixicos viejos», de Miguel Ángel Rupérez Gargallo.
Caixicos viejos
·por Miguel Ángel Rupérez Gargallo·
De vez en cuando busco refugio, la soledad. No el sentirme solo, sino el estar solo. O mejor dicho, estar acompañado de otros seres vivos no humanos. Me proporciona otra perspectiva, otra forma de ver y afrontar el mundo; más sosegado, más preciso, quizás más lúcido. De pronto, lo que me resultaba indispensable ahora es superfluo y puntos que aparecían más atrás en la lista han pasado a liderarla. También todo se ha simplificado; la maraña desordenada de asuntos pasa a ser una pequeña relación de cosas esenciales.
Y todo esto lo encuentro en la abandonada Guarguera, en el camino de San Úrbez, a los pies de la sierra del Galardón, donde dos viejos sabios, dos caixicos gigantes, me dan el consejo y el sosiego que necesito. Allí donde el famoso pastor olvidó o dejó su sombrero; allí os encuentro. Pues quizás ya estabais allí y ya le ofrecíais consejo.