Slackline: la mente caminando sobre la cuerda
A pesar de que el Slackline surge en los años 80, es ahora, en la actualidad, cuando está en pleno crecimiento, auge, siendo tendencia en todo el mundo. Aunque sigue siendo desconocido para algunos, este deporte de equilibrio seduce cada vez a más seguidores, atraídos por la sensación de libertad, equilibrio y concentración que son requeridos para su puesta en práctica. Si quieres conocer más sobre su práctica, por qué se le considera “trending”, su origen, filosofía y por supuesto, el papel que juega la concentración al caminar sobre la cuerda plana, aquí te lo descubrimos.
¿Qué es el slackline?
El Slackline es un deporte de equilibrio que consiste en atravesar una cuerda plana enganchada entre dos puntos fijos en tensión. Por lo general se ubica entre dos árboles y es de unos 5 centímetros de anchura.
El material de la cuerda también es de importancia para la práctica de esta disciplina, porque el mismo es el que hace posible los saltos y movimientos dinámicos, usualmente es de poliéster o nylon. Otro factor esencial, es la tensión de la cinta. Dicha tensión va a depender de los gustos o exigencias del deportista, de acuerdo a la actividad que va a realizar, así como de su nivel de experiencia. Dependiendo de la tensión, los trucos como saltos y flips, su ejecución, serán de diferente ejecución. Así que, deberemos ajustar la tensión de la cinta a la práctica que vayamos a realizar.
Pero no solo hablamos de la práctica del equilibrio sobre la cinta, o de saltos y acrobacias, también de posturas de yoga. Existen variedades como los son el trickline (se practica con una cinta de 50 milímetros cerca del suelo), el waterline (se practica sobre el agua), el Longline (que consiste en atravesar una cinta de 40 metros de largo realizando diversas posturas de equilibrio). Entre otros como el highline y el rodeoline. Las disciplinas de slackline son múltiples. No se debe confundir con el funambulismo, donde se camina sobre un cable tensado; mientras que en el slackline se utiliza una cinta plana.
Origen y práctica ‘trending‘
Aunque los indicios de este deporte es difusa y la podemos encontrar en diversos lugares, como tal, esta disciplina se dio a conocer al mundo formalmente a principios de los 80, cuando Adán Grosowsky y Jeff Ellington, dos escaladores del Valle de Yosemite, en California, comenzaron a andar por cables y cadenas flojas por simple entretenimiento. Hay que destacar que ambos admiraban las practicas características del circo, siendo desde muy jóvenes amantes de las acrobacias sobre la cuerda floja. Con el tiempo, ambos escaladores comenzaron con la fabricación de su propio material para la práctica, y poco a poco se fue dando a conocer al mundo hasta convertirse en una tendencia.
Hace unos años ‘Flying Frenchies‘ nos transmitían su filosofía acerca de este deporte en el documental «I Believe I Can Fly». Un relato muy inspirador sobre esta actividad y la vida misma. ‘Flying Frenchies’ han sido pioneros del slackline a gran altura (highline). Que este deporte se convirtiese en ‘trending‘ en los últimos años tiene mucho que ver con las redes sociales y su viralidad; fotos o videos de personas practicándolo, que inspiran y que hacen que cada vez sean más los que se atreven con esta actividad por primera vez. Otro factor que lo ha popularizado y solidificado como una tendencia, es la idea o el sueño que una vez se tuvo de ser parte de un circo —quizás en nuestra niñez—, lo cual atrae a un público dispuesto a satisfacer su curiosidad y además mantenerse en forma.Por otro lado, tampoco hay que subestimar los beneficios que este ejercicio ofrece al cuerpo: aumentar el equilibrio del cuerpo en general, y el aumento de la fuerza en la parte inferior del cuerpo como por ejemplo en glúteos, isquiotibiales, cuádriceps y abdominales.
La concentración en el camino de la cuerda plana
El eje principal de este deporte de equilibrio recae en la concentración del individuo, es decir, en su capacidad para mantenerse en una cuerda plana sin llegar a caer. Debido a esto, se puede considerar que la filosofía detrás de esta práctica tiene mucho que ver con la atención que se preste al momento exacto, al presente. Por eso, es de gran importancia la capacidad que tenga el practicante de slackline de aislarse de los elementos que le puedan distraer. De esta forma no se está ejercitando únicamente al cuerpo, sino a la mente al someterla a prueba, su fuerza.
La mente es un factor indispensable para llegar a dominar por completo esta disciplina; alguien desconcentrado no podrá llegar al final de la cuerda. Más que tener un cuerpo en buen estado físico, se trata de tener una fuerza mental única para la concentración total y el alcance de las metas establecidas, sin importar la dificultad. El positivismo, por igual sale a relucir para el alcance de dichas metas.
Dando los primeros pasos: la iniciación en el slackline
Para dar los primeros pasos en el mundo de la cuerda plana, hay que tener una clara idea sobre lo que se obtendrá con este deporte, y tener también en cuenta lo requerido para su práctica. ¿Qué se obtendrá? Una concentración de gran poder y relajación al alejarse de las cargas cotidianas, solo es la persona y su intención de atravesar la cuerda. ¿Qué se necesita? Es simple, dos árboles y una cuerda. Para aquellos que están iniciando en este mundo se recomienda comenzar con la cinta corta bien tensa y a una altura baja. El calzado es opcional, puedes utilizarlo o no durante la práctica. El kit de slackline para iniciarse en esta disciplina es muy sencillo.
No debemos ayudarnos y apoyarnos en alguien; debemos encontrar el equilibrio y la concentración desde un inicio, aunque ello nos haga caer una y otra vez. Apoya la espalda en el árbol —si es tu caso—de inicio y desde esta posición enfoca un punto fijo con la mirada. No debes apartar nunca la vista de éste. Los pies deben ir rectos, uno detrás del otro mientras avances. En conclusión, el Slackline es una disciplina de concentración y fuerza mental, donde lo importante no es llegar a la meta, ni mucho menos no caerse en el intento, sino encontrar la capacidad de superación del cuerpo y mente. Para practicarlo no hace falta de muchos objetos materiales, y para disfrutarlo, solo se necesita recurrir al poder de la concentración.