Desafío 18 Maratones Transpirenaicos: La transpirenaica en 17 días y en solitario

El desafío de cruzar el Pirineo de mar a mar en 18 etapas, nace de la idea de que cualquier persona que se prepare adecuadamente, logrará cruzar el Pirineo aunque crea que el factor tiempo es una excusa para lograr dicho sueño aparentemente inalcanzable.

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¿Cómo surge la idea de cruzar el Pirineo en 18 días?

En verano del 2020, después del encierro y cuando se instauró la “Nueva normalidad”. Decidí que iba a cruzar el Pirineo de mar a mar por la Alta Ruta Pirenaica. Debido a las condiciones de ese momento, tenía suficiente tiempo libre como para recorrerlo tranquilamente, antes de que volvieran a llamarme del trabajo. Así que el tiempo en cruzar los Pirineos no fue ningún problema.

Esa travesía de los Pirineos, la titule “Mi Romántica Travesía de los Pirineos”. La razón de dicho nombre, fue simple, cruzar el Pirineo de mar a mar, subiendo a tantas montañas como se me antojase. Esa travesía finalizó con éxito en el Mediterráneo en 53 días, con un total de 11 cimas, de las cuales 9 superan los 3000 metros de altura y por eso la hizo romántica.

En 2021 publiqué la historia en YouTube y tuvo bastante éxito por parte de la comunidad fans de los Pirineos y en especial “Los Transpirenaicos”. Desde entonces nunca dejé de recibir comentarios y mensajes, de personas que soñaban con cruzar los Pirineos y la gran mayoría de ellos, me decían algo en común “No dispongo de tantos días para cumplir mi sueño de cruzar los Pirineos de mar a mar”.

Siempre me ha gustado ayudar a las personas y tratar de motivarlos e inspirarlos a que disfruten de la vida, porque vida solo hay una y hay que aprovecharla. Sin embargo, no podía aparecer por todos los centros de trabajo de mi comunidad y pelearme con sus jefes para que les ampliasen las vacaciones de verano. Así que estuve varios años dándole vueltas, hasta que un día, fui inspirado por los más grandes.

Cruzar el Pirineo rápido y ligero

Recuerdo perfectamente ese día, estaba navegando por internet y me salió una noticia de que uno de mis YouTubers referentes en senderismo Americano, había logrado completar el Pacific Crest Trail en 83 días, un sendero que supera los 4000 kilómetros de recorrido y en la que caminas por altitudes de más 4000 metros de altura. El logro, no solo era increíble por el tiempo en recorrer dicha ruta, sino que el logro, fue increíble porque absolutamente todo el trayecto, se hizo andando, sin marchas forzadas, sin asistencia y utilizando la noche para descansar. Su secreto estaba principalmente en ir ultraligero.

Al ver la noticia hice un cálculo matemático. Calcule los kilómetros diarios, media de kilómetros por hora y teniendo presente el camino más corto de la Alta Ruta Pirenaica. El resultado que obtuve, fue que recorriendo una media de 40 kilómetros diarios, podía cruzar el Pirineo en 18 días. Con la misma disciplina que lo hizo JupiteHikes en la PCT, sin asistencia, sin necesidad de correr, sin marchas forzadas y sin tener que hacer caminatas nocturnas.

Recuerdo que me brillaban los ojos por esa inspiración casi divina, ya que en mi centro de trabajo disponía de 20 días de vacaciones de verano y era justo el tiempo que necesitaba para demostrar que podía cruzar los Pirineos de mar a mar en unas vacaciones comunes veraniegas en España, que generalmente se comprenden en 20 días. Un día de viaje para llegar al inicio de la ruta, 18 días de caminata y un día de regreso de vuelta a casa, completaba mis vacaciones de verano en junio.

¿Cómo me preparé para cruzar el Pirineo en 18 días?

Es bien sabido que hay casos de deportistas de élite que han cruzado el Pirineo corriendo en quizás 10 días. Aunque yo no soy un deportista de élite, es más, si miramos mi curriculum, yo hacía 5 años que había dejado de fumar. Había sido un fumador empedernido y precisamente era muy sedentario. Así que, ni soy deportista de élite, ni soy un superhombre y ni soy un fuera de serie. Solo soy un tipo normal que llevaba 5 años haciendo deporte de forma “Casi regular”. Así que era evidente que estaba muy lejos de hacer 40 kilómetros diarios por el Pirineo durante 18 días seguidos.

El plan para lograr el éxito fue minuciosamente detallado. Escoger los 20 días de vacaciones en la época del año con más horas de luz solar, buscar el material más ligero para la ocasión, trazar el camino más corto por la Alta Ruta Pirenaica y la parte donde carecía más, que era conseguir el físico necesario para lograr con éxito dicha hazaña.

La parte de entrenamiento y nutrición, me la llevo Maigua Ojeda, una atleta profesional especializada en carreras de ultradistancia y por etapas. Mi entrenadora tenía dos dificultades para asegurarse que yo estaba completamente preparado para lograr dicha hazaña. La primera era que solo disponía de 5 meses para prepararme. Lo lógico, hubiera sido prepararse físicamente y cuando estás listo empezar el desafío. La otra dificultad, es que tengo una pequeña fisura en el menisco y presuntamente los médicos me dijeron que no podría volver a correr nunca más, ni excederse en según qué actividades.

Durante esos 5 meses de preparación, todo giraba en torno a los “18 Maratones Transpirenaicos” El entrenamiento, la dieta y la búsqueda incansable de conseguir una mochila con un peso base máximo de 5 kilogramos, era una tarea bastante ardua.

Al principio de esos 5 meses, parecía que lo que había propuesto iba a ser imposible, de hecho casi nadie creyó que sería capaz, pero a medida que avanzaban los meses, empecé a creer que iba a ser demasiado fácil. No solamente porque Maigua Ojeda hizo un excelente trabajo conmigo, gestionando unos ejercicios para reforzar mis rodillas y que desde entonces no he vuelto a tener problemas de menisco, sino que también, pase de los 78 kg a 68 kg, tenía un aspecto muy atlético, una gran capacidad de resistencia y por si fuera poco, había gestionado una mochila de un peso base de menos de 5 kilogramos.

Empieza el desafío de los 18 Maratones Transpirenaicos

Recuerdo perfectamente cuando empecé la Transpirenaica, en el cantábrico, delante del faro de Higuer. Se me veía muy fuerte y muy ultraligero. Toda mi comunidad daba por hecho que lo lograría, debido a la buena preparación que tuve y el equipo ultraligero que llevaba. Ese exceso de confianza que había puesto mi comunidad en mí, me incomodaba. Me veían como a un superhombre, como si fuera de una cúpula celestial o de la élite y yo, solamente, hacía esto porque quería demostrar que con esfuerzo y trabajo, cualquier persona puede hacer la Transpirenaica, si se lo propone y se prepara adecuadamente. No quería demostrar ningún tipo de chulería al cruzar los Pirineos rápido y ligero.

Por suerte o por caprichos del destino, nada más empezar habían surgido dos problemas que iban a dificultar mi hazaña y la volvían hacer de nuevo un reto casi imposible. En el Pirineo central estaba nevando y daban lluvias para las dos siguientes semanas. Esa “Mala suerte del destino” era todo lo que deseaba. Si lograba cruzar el Pirineo en las peores condiciones posibles, nadie me vendría con excusas para no querer hacer la transpirenaica y aún menos, si la persona que decidía hacer el desafío, encuentra el clima idóneo para cruzar los Pirineos en sus vacaciones veraniegas.

Durante la ruta y para resumir, ya que hay una serie de varios capítulos en mi canal de YouTube, donde voy explicando mis sensaciones durante el camino, resumiré en el siguiente apartado, algunos de mis contratiempos.

Llegando a Respomuso tuve una caída que pudo haber sido mortal, por suerte, solo me hice daño en un tobillo. Como mi tobillo no descansaba, cada día el dolor aumentaba. Cerca de la Guingueta de Aneu, pensé en abandonar y sinceramente, esa debió haber sido la opción indiscutible. Aunque, había una parte de la comunidad que había puesto sus esperanzas en mí y si yo no era capaz de lograrlo, ellos se verían incapaces de hacerlo, a pesar de lo único que yo demostraba, era un cálculo matemático que hice en su momento.

Los sueños se cumplen si trabajas por ellos

Y bajo todo pronóstico, después de 17 días caminando bajo unas intensas lluvias casi monzónicas y de haber añadido 40 kilómetros adicionales en un Pirineo con algunas zonas impracticables debido a la nieve que sumaron un total de 19 maratones, conseguí llegar al Faro del Cap de Creus, completando el “Desafío de los 18 Maratones Transpirenaicos” en 17 días. Sin asistencia, sin la necesidad de correr, sin marchas forzadas y sin caminatas nocturnas. Así que ahora, querido lector, no quiero más excusas, si quieres, puedes hacerlo.

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