Entrada de la Gruta Helada de Casteret con el Taillón al fondo.

Gruta Helada de Casteret

La Gruta helada de Casteret, dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es una de las últimas cuevas con presencia de hielo fósil que podemos encontrar en los Pirineos. Un espectáculo helado de innegable belleza, amenazado por el cambio climático y los seres humanos, que ha permanecido así desde hace miles de años.

Un poco de historia

El 25 de junio de 1926, un grupo formado por Norbert Casteret, su esposa Elisabeth, su hermano Martial y la madre de estos, Madame Casteret, se ponían en marcha desde la aldea de Gavarnie con la intención de alcanzar la cima del Monte Perdido. Ya por la tarde, y tras pasar todo el día caminando, el grupo alcanza la Brecha de Rolando. Todavía se encuentran lejos de su objetivo, pero al verse sorprendidos por una tormenta, deciden pasar la noche en una pequeña cueva al sur del Pico Bazillac conocida como Villa Gaurier (el primer «refugio» pirenaico, mandado construir en 1883 por el Conde Russel).

Al día siguiente reanudan la marcha, pero al poco de comenzar, avistan lo que parece la entrada de una cueva. Norbert se dirige allí para comprobarlo y queda estupefacto. Ante sus ojos se extiende un río de hielo que se pierde en las entrañas de la montaña. Norbert se adentra unos metros en la cueva pero al no ir equipado, decide continuar la marcha con el grupo. Un mes después regresará con su esposa Elisabeth para explorar la cueva.

Norbert Casteret / Foto original [CC BY-SA 4.0]: Victor Raffit Bagur (Wikimedia Commons).

El descubrimiento de la cueva helada tuvo cierto impacto en la prensa francesa de la época pero también entre los diarios españoles, entre los que podemos encontrar un artículo publicado en 1928 por El Cruzado Aragonés titulado: “Un glaciar subterráneo en los Pirineos. La Gruta Casteret”.

Pero el hallazgo resultó especialmente interesante entre el círculo montañero, tanto es así, que el Club Alpin Français (CAF) pasó a designarla como Grotte Glacée Casteret (Cueva Helada de Casteret), nombre con el que ha llegado hasta nuestros días.

A decir verdad, aunque Norbert Casteret fue la persona que exploró la cueva y la dio a conocer al público en general, la existencia de la misma ya era conocida por algunos pastores de la zona recibiendo el nombre de Espluca Negra.

La Cueva Helada de Casteret

La Cueva Helada de Casteret se encuentra dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, muy cerca de la Brecha de Rolando, en la vertiente occidental del Pico Anónimo.

La presencia de cuevas con hielo fósil en los Pirineos es una rareza que, sin embargo, no lo es tanto en la zona del P.N de Ordesa y Monte Perdido, donde hay contabilizadas unas 35. Hay que tener en cuenta que el Monte Perdido es la montaña caliza más alta de toda Europa y que, en su entorno, se extiende un karst muy desarrollado a más de 2.800 metros de altura. De hecho, se dice que la Gruta Helada de Casteret es la cueva de este tipo situada a mayor altitud de todo el planeta (2.765m).

Cueva Helada de Casteret / Foto original [CC BY-NC 2.0]: Aglet (flickr).

Como es sabido, la formación de cuevas es una de las particularidades más conocidas en los entornos calizos, y a esta altitud, tampoco es extraña la presencia de hielo. Sin embargo, no se debe confundir el hielo estacional con el hielo fósil, agua congelada desde hace miles de años y que se mantiene en este estado gracias a que la temperatura es siempre inferior a los 0ºC.

Pero al igual que ocurre con el retroceso y la práctica desaparición de los glaciares pirenaicos, el hielo de la parte más externa de este tipo de cavidades también sufre los efectos del calentamiento global y desaparece durante el verano (hielo estacional).

Cueva Helada de Casteret / Foto original [CC BY-SA 2.0]: Daniel García Castellanos (flickr).

Sin embargo, en el interior de muchas de estas cuevas aún se conserva hielo fósil y, en la Cueva Helada de Casteret, el fondo se encuentra ocupado por un glaciar subterráneo sobre el que se encuentra un lago helado, estalagtitas y estalagmitas de hielo y hasta una cascada bautizada como el Niágara Helado.

Excursión a la Cueva Helada de Casteret

Acercarse hasta la entrada de la Cueva de Casteret no es una excursión para todos los públicos. Cualquier ruta escogida implica superar importantes desniveles y caminar varias horas por terrenos de alta montaña.

Además, la entrada a la cueva no esta permitida. Hace varios años que, para preservar este lugar, se instaló una verja metálica a la entrada y solo se permite el acceso con fines científicos, previa solicitud de un permiso. Aparte de esto, penetrar en su interior tampoco es sencillo y se requieren conocimientos de espeleología y disponer de material técnico, además de piolet y crampones.

Verja de entrada a la Cueva Helada de Casteret / Foto original [CC BY-SA 4.0]: Pacopac (Wikimedia Commons).

Sin embargo, la visita a la entrada de la cueva, siguiendo los pasos de Norbert Casteret, puede formar parte de otras excursiones tan interesantes como la ascensión al Taillón (3.144m), al Casco (3.006m) o a la Brecha de Rolando.

  • Dede la Pradera de Ordesa por las clavijas de Cotatuero: este es el acceso más rápido, directo y espectacular, sin embargo, los que sufran de vértigo preferirán otros itinerarios. Las clavijas de Cotatuero son expuestas e impresionantes, pero sencillas. En total, unas 5 horas de subida.
  • Dede la Pradera de Ordesa por el refugio de Góriz: la ruta recorre todo el valle de Ordesa pasando por lugares tan conocidos como las Gradas de Soaso o la Cola de Caballo hasta el refugio de Góriz (4h), desde donde aún quedan otras tres horas de caminata (7 horas en total).
  • Desde Gavarnie por el refugio de Sarradets: recorrido igualmente exigente en el que se parte de Gavarnie, a unos 1350m de altura, y que asciende por las Escaleras de Sarradets al refugio de Sarradets (4h) para atravesar a continuación la Brecha de Rolando (6 horas en total).

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