Rutas y senderismo en el Parque Natural del Cap de Creus
«Cataclismática y descarnado», como decía Josep Pla al referirse al cabo de Creus, no deja indiferente a nadie. Pintores como Dalí, Pitxot y Koyama, escritores como Pla y Foix, y cineastas como Buñuel han encontrado fuente de inspiración en este paisaje inhóspito. Alrededor de la punta del cabo de Creus se rodó, en 1971, la película «La luz del faro del fin del mundo», con actores como Kirk Douglas y Yul Brinner, para esta ocasión se hizo construir expresamente un faro que fue derribado en 1998.
El Cabo de Creus está situado en el extremo oriental de los Pirineos, en un paisaje lunar azotado por los vientos del Norte. El Parque Natural del Cap de Creus pertenece a la comarca gerundense del Alto Ampurdán, al norte del golfo de Rosas y constituye el punto más oriental de la Península Ibérica.
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La punta de Cap de Creus
El ámbito de la punta del cabo de Creus es una de las dos Reservas Naturales Integrales del parque natural, junto con la cabeza Norfeu. Nos encontramos en el extremo más oriental de la península Ibérica y el punto donde el Pirineo se vierte al mar, al recorte de costa en la que el viento procedente del Norte adquiere una fuerza huracanada, que puede incluso superar los 150 km / h.
En este entorno afloran pacientes las rocas más antiguas de Cataluña, los esquistos grisáceos, que aparecen interrumpidos por filones blancos y rojos de pegmatitas. En algunos puntos se pueden observar como las rocas forman vetas caprichosamente replegadas que dan idea del momento de su formación, hace unos 300 millones de años, cuando estos materiales estaban sometidos a elevadas temperaturas (650 ° C) ya grandes presiones (entre 11 y 14 km de profundidad).
A lo largo del recorrido podemos observar especies de plantas adaptadas a las condiciones del clima seco y aventado de la zona y el sustrato rocoso: el pinchando almohadilla (Astragalus massiliensis), saladinas (Limonium tremolsii), jaras blancas y enebros (Juniperus oxycedrus). El Limonium o espantazorras (Limonium tremolsii) es una especie vegetal típica del hábitat de acantilados y costas rocosas de cabo de Creus. Endémica del NW del Mediterráneo.
Numerosos aves migratorias encuentran reposo y alimento en este sector de la costa como: alcatraces, pardelas (balear y mediterránea), gaviotas, charranes, entre muchos otros. Con suerte se pueden ver pasar delfines, alguna tortuga marina, y algún surtidor lejano de algún rorcual.
Itinerarios en la Punta Cap de Creus:
Los itinerarios tienen una dificultad media, el terreno es abrupto y esquinado, con acantilados y pasos estrechos, por lo tanto se recomienda tener cuidado de los niños, llevar buen calzado y agua, sobre todo en verano. Sobra decir que nos encontramos en la Reserva Natural Integral de Cap de Creus, por lo que debemos extremar la protección del ecosistema: el acceso y circulación se desarrolla exclusivamente en los puntos e itinerarios señalizados; no se permite la extracción ni recolección de minerales, rocas, plantas o animales; no se puede acampar, encender fuego.
A lo largo de los recorridos pisaremos rocas inhóspito formato de esquistos y veremos la adaptación de la vegetación a las condiciones extremas que ofrece este punto de la costa. También se descubren grandes bloques de roca rosada y blanca de tipo pegmatita, que trabajadas por la erosión ofrecen formas curiosas. Destaca también la presencia de minerales fácilmente observables.
Ruta circular a la Punta del Cap de Creus
Recorrido circular (Unión de los dos recorridos anteriores). 1600 m / 90 ‘/ dificultad media-alta.
Itinerario circular, 90 minutos, recorre todo el fin saliente, enlazando el recorrido a la Punta de cap de Creus y el de la Cova de s’Infern, más un inclusión en el sector de s’Eixugador. Es nuestra recomendación si quieres realizar una excursión corta en el área y saciarte del paisaje de Cap de Creus.
El recorrido comienza en el Faro de Cap de Creus (87 m), donde está situado el Espacio Cap de Creus que alberga un centro de información y un pequeño museo que nos permitirá saber más detalles de este singular entorno. El faro fue construido a mediados del siglo XIX, sobre los cimientos de una antigua torre de vigilancia que protegía los pescadores de la pesca del encendido y prevenía Cadaqués de la presencia de piratas. Actualmente el faro todavía está en funcionamiento, a diferencia del faro acústico que emitía sonidos en días nublados y fue derribado en 2006. Una célula fotosensible arranca el faro cuando se hace de noche y su luz blanca tiene un alcance de 63 km.
Hay que ir siguiendo las señales de color rojo y los carteles que nos conducirán por el sector más oriental de la punta del cabo de Creus, entre jaras, lentiscos y enebros, a través de tres posibles recorridos de dificultad media en general:
Permite ver los islotes de la Masa de Oros (o sa Rata) y de S’Encalladora.
Isla de Masa de Oros, sa Rata o sano Freu, islote formado de esquistos situado delante de la punta del cabo de Creus, a merced de las corrientes marinas y el viento del Norte que en este lugar sopla con más intensidad que en ninguna parte. Según autores, su nombre se debe a la poco incrustada sobre la roca que, reflejada por el Sol, brilla como el oro. Y la de sa Rata por su silueta.
La Isla de S’Encalladora, Mariblanca o isla Blanca, es un inmenso afloramiento pegmatita que reposa sobre una base esquistosa, de seiscientos metros de largo, expuesto al oleaje y la tramontana. Dentro de la parte marina protegida del cabo de Creus, el Norte y la isla de S’Encalladora es una reserva natural integral. Su nombre se debe a que en tiempos antiguos muchos barcos embarrancaban a causa del viento y el oleaje.
En el sector de S’Eixugador y hasta Clavaguera el camino flanquea entre la vegetación de juncos y espadañas que crecen cuando encuentran humedad, seco durante buena parte del año.
Otras rutas
Punta del cabo de Creus (ida y vuelta) 1000 m / 50 ‘/ dificultad media-alta.
50 minutos de ida y vuelta. Nos dirigimos a la punta, al principio no hay marcas aunque no tardan en aparecer. Casi al final, un pasaje estrecho sobre el acantilado nos deposita en la punta de Cap de Creus. Desde este punto parte la Senda Pirenaica GR11, dónde el Pirineo oriental nace del mar.
Cueva de s’Infern. (Ida y vuelta) 850 m / 40 ‘/ dificultad media.
Itinerario a la Cova de s’Infern, 40 minutos de ida y vuelta. Hay que tener presente que no se puede acceder a la cueva desde tierra firme, ya que su acceso es peligroso. La cueva de s’Infern es un agujero forjado entre esquistos por la erosión que proporciona la fuerza del mar sobre un plan debilidad de las rocas (zona de cizalla). Hay quien dice que el origen de su nombre se debe a los primeros rayos de sol de la mañana, son tan rojizos que, reflejados por el agua del mar sobre las paredes de la cueva, dan la sensación de que está encendido como si fuera infierno.
Cala Culip. 2000 m / 45 ‘/ dificultad media.
Una breve excursión nos permite conocer uno de los parajes más bucólicos de la Costa Brava. Hasta la clausura del Club Med se necesitaba un pase de visitante expedido por el Club para entrar. Existían en la zona 400 apartamentos construidos en la época franquista, cuando Cap de Creus no tenía ninguna figura de protección. En 2004 se clausuró el Club y la zona se recuperó, años de derribo de los 400 apartamentos para recuperar el maravilloso paisaje natural.
Camino antiguo del Faro a Cadaqués, 8 km / 120 ‘/ dificultad media.
Se trata del recorrido que unía Cadaqués con el faro, una ruta sin apenas desnivel que puede ser una bonita opción para realizar en familia. 8 km durante los cuales conocerás los rincones más hermosos del Parc Natural del Cap de Creus, y que se puede unir con el itinerario de la Punta, para acercarnos aún más al mar.
GR-11. Senda Pirenaica.
En su final (o inicio) la Senda Pirenaica recorre la Punta de Cap de Creus. Desde el faro, el sendero irá hasta la misma punta para finalizar la aventura. (LEE TAMBIÉN: Etapa 46: Port de la Selva – Cap de Creus)
Un poco de turismo: Imprescindibles de la zona
Parc Natural del Cap de Creus: es recomendable un recorrido a pie por las calas del Cap de Creus desde El Port de la Selva hasta el faro del Cap de Creus, un bellísimo camino litoral de dos horas y media aproximadamente.
Cadaqués: villa costera con uno de los puertos naturales más tradicionales. Al Norte está la pequeña bahía de Portlligat. En ella encuentra la residencia veraniega del célebre pintor Salvador Dalí y su musa, Gala, convertida en la actualidad en la casa-museo del artista. Incluye visitas al taller de Dalí, la biblioteca, las estancias privadas, el jardín y la piscina.
Port de la Selva: enclave de pescadores y villa marinera. Destaca la iglesia de Santa María de les Neus, el puerto pesquero y el moll-mirador d’en Balleu.
Con más tiempo
Sant Pere de Rodes: abadía benedictina construida entre los siglos X y XIV. Muy cerca de ella se encuentra la ermita de Santa Helena.
Empúries: parque arqueológico con ruinas griegas y romanas. En su interior se puede acceder gratuitamente al Museu d’Arqueologia de Catalunya.
Peralada: villa de aspecto medieval, es conocida por su castillo y sus vinos.