Esquiar en Andorra: tu próxima escapada este invierno
Si estás pensando en hacer un viaje a los Pirineos, te espera un gran invierno. Al menos, eso es lo que predicen los meteorólogos, los representantes del sector, las agencias de viaje e incluso las estaciones de esquí.
Esquiar en Andorra
Andorra está rodeada por montañas y se ha ganado el sobrenombre de «el país de los Pirineos». Si lo tuyo es deslizarte por grandes pendientes y disfrutar de las mejores instalaciones, seguro que ya has probado las dos grandes estaciones que posee Andorra: Grandvalira y Vallnord. Si no es así, te explicamos algunas de sus características.
Grandvalira es, sin duda, la más conocida. Una estación de 205 kilómetros esquiables en los que poder disfrutar de jornadas de nieve en familia o con amigos. Vallnord, sin embargo, tiene 93 kilómetros, pero suele ser la favorita de los amantes del free style. En el sector de Arcalis existen una serie de condiciones naturales que han dado, como consecuencia, un terreno perfecto para jugar con diferentes altitudes, aproximaciones cortas y largas, y caras norte.
Otros de los motivos por el que los esquiadores se decantan por una u otra estación es el precio de alquiler. En Andorra siempre sueles encontrar promociones que te ofrecen precios asequibles. Por ejemplo, para esquiar en Vallnord, puedes alquilar tu equipo en esquimium.com por 22 € todo el fin de semana. Otra opción es Big Foot, un alquiler que te ofrece equipo desde 6 € y que dispone de zonas de debutantes, de restauración, infantiles, etc.
Dónde alojarte
Te aconsejamos que elijas un hotel por la zona en la que se encuentre tu estación de esquí, aunque los de categoría media tienen los precios bastante elevados, por lo que tal vez tengas que alejarte un poco más, según tu bolsillo.
Algo muy aconsejable, sobre todo si no vas a Andorra exclusivamente a esquiar, es alojarte en Andorra la Vella, la capital. Suele ser la opción más barata, pues necesitarás coger el coche hasta una localidad cercana desde la que puedas acceder a las pistas de esquí, pero te permitirá hacer un poco de turismo, entrar a un buen restaurante o disfrutar de las compras libres de impuestos.
Además, tras una jornada dura de bajadas y subidas, puedes terminar tu día en el famoso balneario de Caldea. Si haces el viaje en pareja, no dudes en disfrutar de las aguas termales o de un buen masaje.
Sin embargo, siempre tienes la opción de dormir en Canillo, una población con acceso directo a las pistas, que cuenta con una gran pista de patinaje sobre hielo, otra actividad que no deberías perderte. O, por supuesto, las zonas de El Tarter y Soldeu, que ofrecen hoteles y apartamentos de acceso directo a la zona de esquí, donde podrás encontrar más pistas azules y familiares.
La elección que tomes dependerá de la compañía que tengas en tu viaje a los Pirineos y del objetivo que tengáis.
Turismo de invierno
Aunque el esquí es, quizás, el deporte de invierno por excelencia, no debes olvidar que también tienes otras alternativas. Si te apetece una experiencia diferente, prueba a hacer snowboard, excursiones con raquetas entre la naturaleza salvaje, paseos en trineos tirados por perros o incluso carreras en motos de nieve.
El turismo de invierno va ganando adeptos cada año, pero, por suerte, cada vez son más los que invierten para que sea sostenible. Es responsabilidad de las estaciones incentivar a los visitantes para ello y dar ejemplo con medidas como la reducción del consumo de agua y electricidad, un correcto tratamiento de residuos o la delimitación y señalización de zonas para la protección de ciertas especies.
Así que disfruta del deporte al aire libre en tu viaje a los Pirineos y no olvides tu responsabilidad y compromiso con el medioambiente.
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