Malerweg, Germany / Foto: Michal Klajban [CC BY-SA 4.0] Wikimedia Commons
Malerweg, Germany / Foto: Michal Klajban [CC BY-SA 4.0] Wikimedia Commons

Malerweg Trail – Alemania

Este sendero que tiene una distancia de 112 km es mundialmente conocido por su espectacular belleza natural. Este parque situado en el este de Alemania, en la localidad de Pirna. Se divide en ocho etapas que se realizan en un día cada una de ellas. La distancia media de cada una de las etapas oscila los 17 km.

Este sendero es tan popular porque durante el período romántico de los pintores europeos, pintores como Carl August Riichter, Johann Alexander Thiele y Caspar David Friedrich, todo ellos pintores del siglo XVIII, encontraron su fuente de inspiración en Malerweg Trail.

Guía práctica para el senderista

El método más sencillo para llegar al sendero es mediante el tres. Desde la estación principal de Dresden es posible bajarse en cualquiera de las etapas por las que se quiera comenzar. En este caso recomendamos iniciar el recorrido en el pueblo de Pirna-Liebethal.

Una vez terminada la primera etapa, nos adentraremos en la que es conocida como la etapa más popular de The Malerweg Trail. Sus elementos arquitectónicos y la belleza que lo rodea hacen que desde su comienzo en Stadt Wehelen hasta el Puente Bastei el recorrido este repleto de personas. El puente que ronda los 200 años se encuentra a 194m de altitud sobre el Elba. Pertenece a la ciudad de Hohnestein que también cuenta con un anfiteatro tallado en la piedra arenisca. El camino son solo 13 kilómetros pero parte del recorrido son unas cuevas que llevan al valle de Polenztal. Teniendo en cuenta todo lo mencionado para esta segunda etapa, recomendamos no agobiarse con el gentío y en el caso de tener claustrofobia evitar entrar en las cuevas.

Las etapas número tres, cuatro y cinco no tienen gran complicación aunque distan mucho del paisaje visto anteriormente. Estas dos últimas comienzan en la ciudad de Bad Schadau y desciende hasta el valle de Kirnitzchtal. Es un paisaje repleto de molinos antiguos; algunos se han renovado para mantenerlos como atracción, pero otros se están dejando pudrir para que se puedan conocer en su estado natural. Los senderistas tienen la opción de montar en un tranvía que recorre 8km a lo largo de valle. Después se desvía hacia Schrammstein, es una sección de afloramiento de arenisca a 400 metros sobre el nivel del mar. Ofrece unas vistas magnificas y los escaladores suelen estar muy interesados en poder subir a él. En el caso de que se quiera pasar la noche en alguna parte del recorrido recomendamos un antiguo aserradero. Está formado por cabañas y granero decorados con elementos del siglo XIX.

La siguiente excursión consiste en escalar a Winterber, que se sitúa a 556m de altura. El paisaje y la arquitectura que lo rodean mezcla elementos antiguos con algunos más modernos. La ruta culmina en la localidad de Schmilka y desde el barco se puede observar la antigua frontera germano-checa.

Las últimas tres etapas llevan de vuelta a la localidad de Pirna desde la orilla del río. Siguiendo el camino se podrá conocer la fortaleza de Königstein que fue creado hace 400 años.

Pequeños consejos

Es importante tener en cuenta la forma física de cada uno. Durante las etapas hay cuentas bastante pronunciadas, por lo que aquellas personas que tienen dificultades para subir o bajar cuestas deberían de andar con mucha precaución abstenerse a ir.

En lo que se refiere la vestimenta, las ropas deben ser cómodas, zapatos que protejan el pie de los diferentes temporales que pueda haber. Sobre todo, aunque no sea un lugar de muchas precipitaciones se aconseja llevar chaquetas impermeables. De tal forma que en caso de lluvia se pueda seguir el camino y no obstaculizar la marcha.

En lo que se refiere a la comida y el alojamiento. Es importante cargas la mochila con alimento suficiente para poder realizar al menos una comida durante el recorriendo. Un bocadillo y agua suficiente para poder realizar la ruta son imprescindibles. En el caso del alojamiento, al final de cada etapa se encuentran cabañas con habitaciones compartidas y en algunas de ellas hoteles con todo el equipamiento necesario.

La segunda etapa es la más concurrida por sus atracciones turísticas. Si se busca realizar un ruta más tranquila se recomienda evitar esta y realizar cualquiera de las demás. Si la duda está en que época del año realizar el viaje, primavera y otoño son los meses en los que los colores de las hojas destacan.

Si se viaja desde fuera de Alemania, se recomienda coger un vuelo a Berlín y desde allí el tres hacia Dresde que dura dos horas. El comienzo de cada ruta se debería de comenzar sobre las 10 de la mañana, para poder terminarlo a tiempo cada uno de los días.

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