Gracias Don Candido
Continuamos con la publicación de los microrrelatos de la segunda edición del concurso: Relatos de Altura, os dejamos disfrutar con «Gracias Don Candido», de Luis Torres Urgell.
Gracias Don Candido
·por Luis Torres Urgell·
Don Cándido, el cura del colegio que organizaba las excursiones al Pirineo, dijo un día en clase que un cojo no podía ir con él a la montaña. Y lo dijo mirando a mi amigo, que había tenido polio de pequeño. Mi amigo, compañero de pupitre, se quedó ausente con la mirada perdida.
Pero yo sé lo que miraba. Miraba las montañas del Pirineo que había visto en algún libro, y se imaginaba atravesando valles y lagos para llegar a sus cimas. Y se preguntaba porque no podría ir él con Don Cándido.
Lo que fue una decepción se convirtió en objetivo. Y no paró. No paró hasta que al cabo de unos años, con su pierna izquierda debilitada y su pronunciada cojera, subió al Aneto, al Besiberri y tantos otros picos.
Y cada vez que llegaba a la cima, pensaba en Don Cándido y le daba, sonriendo, las gracias.