GR 11
Continuamos con la publicación de los microrrelatos de la tercera edición del concurso: Relatos de Altura, os dejamos disfrutar con «GR 11», de Iván Humanes Bespín.
GR 11
·por Iván Humanes Bespín·
Mi esposo murió hace unos años y esparcimos sus cenizas en la GR11: era su deseo. Y nadie como él para estirar sus inmensos brazos. Caminamos por su espalda y las ramas de los árboles se alzan hasta tocar el cielo. Y desde que decidió ser Senda Pirenaica temo el fuego. Eso arrasaría su piel. Cuando mis hijos y yo ponemos los pies en su tierra, él nota nuestra presencia y todo reverdece a nuestro paso. Sopla el viento y escuchamos su voz, que es la voz del sendero y de la nieve. Si la tierra cruje, regresamos. Debe centrarse en su trabajo. Porque mantener vivos los ochocientos kilómetros de su recorrido, cruzando el Pirineo -desde el mar Cantábrico al Mar Mediterráneo-, no debe ser sencillo. Si ya es complicado llevar una casa, no me quiero imaginar lo que debe ser alimentar de colores esos dominios.