Cómo esquiar en nieve virgen
Pocos pueden disfrutar de un día de esquí en nieve virgen. Por un lado, porque esta práctica exige un nivel técnico bastante elevado. Aparte del nivel técnico también exige un elevado conocimiento de la montaña. Cuando haya nevado recientemente y la nieve se encuentre en polvo, el riesgo de aludes aumenta. La nieve no suele estar asentada, por lo que conviene estar atento. Si eres bastante inexperto en la materia, nunca está de sobra pedir consejo a un experto. Si aparte de pedir consejo puedes salir con él o ella, será mejor para tu seguridad.
Por otro lado, para esquiar en nieve virgen hay que seguir unas pautas y una correcta ejecución de los movimientos sobre los esquís. Recuerda siempre que la técnica en nieve en polvo es distinta a la técnica en nieve dura o pisada. Los gestos técnicos esenciales a tener en cuenta son cinco, y se explicarán más adelante.
Consejos básicos para esquiar en nieve en polvo.
No obstante, conviene tener unas nociones básicas antes de salir a esquiar a nieve virgen. Estos son algunos de esos consejos:
- Cuidado con las avalanchas. Si la nieve no está asentada aún, el riesgo de avalanchas aumenta. Estate atento a la previsión de nieve. En todo momento, evita zonas propicias para que haya avalanchas. Pide consejo sin ningún miedo.
- Elige bien el tipo de esquí. La nieve en polvo puede ser de dos tipos: nieve en polvo con fondo, o sin fondo. Cuando llegues a tocar nieve dura que se encuentra bajo el polvo es recomendable usar esquís 5 o 10 centímetros más pequeños que tu altura. Sin embargo, si no tocas ningún fondo, deberás elegir esquís más largos para poder mantener el equilibrio. Los esquís de freeride son muy recomendables.
- Ve a una velocidad adecuada. No existe una velocidad previamente establecida. Tú debes elegir la tuya. Nunca te olvides de tus limitaciones técnicas, y esquía con la mayor seguridad posible.
- Visualiza el terreno. Muchas veces la nieve en polvo se puede encontrar fuera de las pistas. Estos terrenos suelen ser más salvajes y complejos, por lo que siempre debes estar atento. Concéntrate y analiza el terreno por dónde estás esquiando. Así, podrás realizar los giros con menor urgencia y mayor seguridad.
- Mantente equilibrado y centrado. Si te mantienes en la posición adecuada, los esquí no se hundirán ni por delante ni por detrás. Asegúrate de que los esquís son los adecuados para ti, y los tienes bien regulados.
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5 gestos técnicos a tener en cuenta
Levantar el pie interior
Cuando vayas a realizar un viraje, es importante levantar el pie que se encuentra en el interior. Por ejemplo, si vas a girar hacia la derecha, deberás levantar el pie derecho. Aligerar el pie interior es importante porque esto ayudará a que podamos volcar el peso del cuerpo al pie exterior, y así mantener el equilibrio con mayor facilidad.
En nieve en polvo es importante realizar bien este movimiento, ya que los movimientos laterales son constantes para así evitar hundirse en la nieve. Con el pie exterior bien fijado en la nieve, el giro podrá ser exitoso.
Cuanto más rápido sea el movimiento lateral más corto será el giro. Para ayudar a mejorar el movimiento, es recomendable girar un poco el tobillo de la pierna que se encuentra en el interior. El movimiento consiste en querer tocar la nieve con el exterior del pie. Esto hará mantener el punto de gravedad más abajo. Realizar estos movimientos correctamente, facilitarán los giros considerablemente.
Juntar los pies
Al esquiar en nieve en polvo los dos pies deben estar bastante juntos para que trabajen de forma simultánea y al mismo nivel. Gracias a ello, podrás disfrutar de las siguientes ventajas:
- Con los esquís acercados será más difícil que te hundas, y así te mantendrás en superficie. Sin embargo, no te preocupes si te hundes un poco, ya que es lo normal al tener una nieve tan ligera bajo los pies.
- Con los pies juntos podrás mantener el equilibrio con mayor facilidad. Así podrán trabajar con mayor independencia. Es decir, uno se podrá mantener flexionada, mientras la otra se encuentra menos doblada.
Resistir y no empujar con las piernas
Uno puede pensar que con cuanta mayor firmeza se pise la nieve, más fácil será realizar los giros. Sin embargo, esto no es cierto. Cuando la nieve se acumula bajo los esquís hay que dejar de presionar, para que la propia nieve sea la que te empuje a superficie. La sensación puede llegar a ser parecida a la de una cama elástica. Siempre debes esquiar con los tobillos, las rodillas y la cadera ligeramente flexionados para crear el efecto de aligeramiento. Así, la fatiga será menor.
Flexionar las articulaciones
Durante la práctica de esquí en nieve en polvo siempre se deben tener las articulaciones en un modo dinámico, pero ligeramente flexionados. Esto hará que sea más fácil mantener ambos pies a la misma altura. Los tobillos, las rodillas y la cadera deben estar flexionados para que los giros y la transición entre giros sea más cómoda. Además, con las articulaciones flexionadas el cuerpo asimilará mejor los botes y golpes que uno pueda recibir.
Utilizar los palos adecuadamente
Los palos son esenciales para poder realizar los giros cuando esquías en nieve en polvo. Al esquiar en nieve en polvo, los palos siempre deben mirando hacia la cuesta abajo. Cuanto en los giros metas los palos en la nieve, no dejes que el brazo vaya hacia atrás. Deja ir al palo, pero manteniendo el brazo firme.
Si sigues estrictamente estas nociones básicas para esquiar en nieve virgen, seguro que la actividad será satisfactoria. Recuerda esquiar con tranquilidad para que puedas disfrutar lo máximo posible.