clima de montaña

El clima de montaña

En España encontramos montañas prácticamente en todas las comunidades autónomas, a lo que debe sumarse una creciente ola de usuarios del medio montañoso. Cada vez más personas tienen la montaña y el medio natural entre sus principales recursos de ocio, y por eso, saber cómo funciona el clima de montaña es algo clave.

En este artículo vamos a darte una guía completa con todo lo que necesitas saber sobre el clima de montaña. Esto te ayudará a planificar tus salidas, y a disfrutar de ellas en un entorno mucho más seguro y con menos riesgo.

Además, podrás disfrutar de mejores momentos cuando te encuentres en lo alto de una montaña.

Hasta un 56% de los municipios de nuestro país cuentan con alguna montaña. Los 280000 km2 de cordilleras y zonas montañosas parecen no ser suficiente, y cada vez se ven más usuarios disfrutando de la naturaleza en el medio montañoso.

Esta nueva moda, han dado lugar a un aumento significativo de la demanda de información meteorológica específica. Cada vez que sales a practicar deporte al medio natural, o simplemente a pasear, es necesario ser conscientes de las condiciones climáticas que vas a encontrarte.

Además, es importante también el hecho de conocer cómo se desarrollan cada uno de los fenómenos meteorológicos, que en la montaña evolucionan muy deprisa y a menudo con violencia.

Tener nociones básicas de la predicción meteorológica es, en consecuencia, un factor de seguridad, confort y éxito. De esta forma vas a poder anticipar los fenómenos y permitir la difusión rápida de las perspectivas de la evolución del tiempo.

En este sentido, la AEMET elabora boletines específicos de predicción meteorológica para las cordilleras o macizos más altos y/o extensos: los Pirineos, el Sistema Central (Gredos y Guadarrama-Somosierra), el Sistema Ibérico en su parte riojana y aragonesa, el Sistema Bético (Sierra Nevada) y la cordillera Cantábrica (Picos de Europa).

Características del clima de montaña

Todos conocemos la mayoría de fenómenos climáticos adversos que pueden darse. Sin embargo, mucha gente desconoce que estas condiciones del tiempo implican cosas distintas cuando se producen en lo alto de una montaña.

Entonces, lo que necesitas saber es cómo pueden afectarte estas perturbaciones atmosféricas cuando estás en la montaña.

En las zonas más altas de una montaña, normalmente el viento es mucho más fuerte, y cambia de una forma más constante tanto su intensidad como su dirección.

Si este fenómeno, además, se combina con otros como la lluvia, la nieve o el frío, pueden dibujar en cuestión de minutos, una situación bastante peligrosa.

Además, cuando hay mucho viento durante o después de una nevada está en el origen de las acumulaciones de nieve, como las placas de viento, las cornisas y los ventisqueros, y aumenta el riesgo de avalanchas.

Lluvia

En forma de chubasco, la lluvia puede provocar el crecimiento repentino del caudal de los arroyos y torrentes, y de los cursos de agua subterráneos. La lluvia persistente puede estar también en el origen de deslizamientos del terreno y de desprendimientos de rocas.

Además, cuando llueve normalmente bajan también las temperaturas, y las superficies se vuelven mucho más peligrosas al estar resbaladizas, sin olvidar el riesgo de caída de piedras.

Nieve

Cuando hay nieve, el problema suele ser el desplazamiento, pero cuando está nevando, hay que sumar la pérdida de visibilidad. La acumulación, además, puede provocar avalanchas

Niebla

La niebla lleva asociada siempre una fuerte reducción de la visibilidad, de forma que puede ser imposible orientarse. La niebla atenúa las variaciones diurnas de la temperatura, en particular en media montaña: de día, cuando oculta el Sol, impide el calentamiento de la atmósfera; de noche, modera el enfriamiento.

La tormenta y los rayos

En la montaña las tormentas son relativamente frecuentes. Son igualmente más inesperadas, más violentas y más peligrosas que en las llanuras.

La tormenta normalmente se anuncia con golpes de viento junto con corrientes ascendentes muy fuertes.

Va acompañada de chubascos fuertes, de nieve o de granizo, así como de un descenso de temperatura. Las turbulencias creadas por los cumulonimbos, nube generadora de las tormentas, se pueden notar hasta distancias de más de 20 km de éstas.

Los rayos son el mayor peligro: es muy difícil, en caso de impacto, disminuir el riesgo y la probabilidad de sobrevivir cuando se es alcanzado es mínima.

La altitud

 A 3000 m la presión atmosférica ha disminuido en un tercio y a 5 800 m es solamente la mitad de su valor al nivel del mar. El número de moléculas de oxígeno ha disminuido en la misma proporción: se está en estado de hipoxia.

La manifestación más benigna del mal de montaña podrá limitarse a dolores de cabeza, una disminución del apetito, vómitos o insomnio que aparecerán después de 6 a 8 horas de estar por encima de los 3 000 m.

Cómo obtener información climática y planificar una salida

Cuando tenemos en el calendario una salida a la montaña, es necesario hacer una planificación previa, tener toda la previsión que sea posible. Si no sabes cómo obtener información climática para saber a qué te vas a enfrentar, sigue leyendo.

En este sentido, en la página web de la AEMET tienes boletines de predicción diarios específicos en los que se hace referencia a determinados parámetros de especial interés en la meteorología de montaña. Estos boletines se difunden cada día a las 15 hora oficial peninsular.

En estos boletines tienes toda la información que necesitas sobre el estado del cielo y la predicción de la nubosidad, de las precipitaciones, del viento y las temperaturas tanto máximas como mínimas. También la altura prevista de la isocero en la atmósfera y la altura prevista de la isoterma de –10 ºC en la atmósfera.

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