Gargantas de Kakueta
Gargantas de Kakueta

Gargantas de Kakueta: descubrir esta joya explorando sus desfiladeros

Para los amantes del senderismo y la naturaleza, las Gargantas de Kakueta son un espléndido descubrimiento. Alojadas en el País Vasco Francés, en la zona fronteriza con España, fueron abiertas al público en 1966. Anteriormente, estos escondidos senderos eran recorridos por contrabandistas y durante la Segunda Guerra Mundial fueron muchas las personas que escaparon por este paso fronterizo.

En sus alrededores podemos encontrar el pueblo de Saint-Engrace, que conserva todas las trazas de las poblaciones de Haute Soule en la montaña vasca. Especial mención merece su iglesia románica, que es considerada una joya arquitectónica del siglo XI.

Cómo llegar

Entre las poblaciones Tardets y Larrau, sobre la carretera D26, tomar el desvío para Urdax-Saint Engrace y seguir por la carretera D113. Al dejar atrás Urdax-Saint Engrace, se continúa remontando el valle, bajo las indicaciones de las Gargantas de Kakueta o Gorges de Kakuetta. Hay aparcamiento para los visitantes, a unos 250 metros de la entrada de las gargantas.

La ruta

Se recomienda usar un calzado apropiado para senderismo, puesto que la humedad del clima tiende a hacer los suelos resbaladizos y también ponerse el casco que se proporciona al entrar, para evitar accidentes por caídas de piedras. No hace falta guía para recorrerlas y así se podrán efectuar las paradas que prefiera cada uno. Las Gargantas de Kakueta están abiertas al público entre marzo y noviembre. Sin embargo, en días de lluvia los responsables pueden limitar el derecho de admisión.

Se estima que en unas dos horas puede completarse el recorrido que va por el fondo de la garganta. Allí se encontrarán varias pasarelas y puentes. En el camino la vegetación es abundante y es un espectáculo su contemplación.

A la mitad del itinerario, un túnel deleitará a los más pequeños, quienes podrán vivir toda una aventura de exploradores. Ya casi al finalizar el recorrido se podrá observar de muy cerca la cascada de Kakueta, una imponente caída de agua de 20 metros de altura. Al final del recorrido habilitado, los visitantes llegarán a la Grotte du Lac, una cueva con curiosas formaciones de estalactitas y estalagmitas gigantes.

Hay que recordar que estos parajes naturales tienen un delicado ecosistema, por lo que es necesario ser muy respetuoso con el medio ambiente, así otras personas podrán disfrutarlos.

Extraordinaria formación

La erosión provocada por las aguas del deshielo de la última glaciación han ido esculpiendo las Gargantas de Kakueta durante miles de años. El cañón tiene una longitud de unos dos kilómetros y las paredes verticales llegan a ascender hasta 300 unos metros de altura.

En uno de los tramos, conocido como “Le Grand Étroit” (“El Gran Estrecho”), las dos paredes quedan separadas solo por tres metros de distancia.

El desfiladero se formó hace 80 millones de años, y precisamente allí es donde está adosado el sendero habilitado para los excursionistas.

Las Gargantas de Kakueta están consideradas como uno de los espectáculos naturales más espectaculares de Europa, y son visitadas cada año por miles de senderistas para admirar su belleza.

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