Cómo elegir plantillas. Guía y consejos
El calzado es esencial a la hora de realizar cualquier actividad física, mucho más de lo que comúnmente estamos acostumbrados a pensar. Independiente de la actividad que sea (caminar, salir a correr, pedalear, esquiar, escalar, etc.), la comodidad en el calzado es primordial para evitar daños en los huesos, ampollas, molestias que dificultan la actividad deportiva o puntos calientes de dolor.
Si alguna vez has tenido este tipo de problemas con tu calzado para hacer deporte, y sobre todo si habiendo cambiado el tipo o modelo de calzado has seguido teniéndolos, tu solución reside en considerar las plantillas como el punto de salida del dolor y la puerta de entrada a la comodidad, la seguridad y la tranquilidad a la hora de realizar cualquier actividad física.
Se trata de una solución muy sencilla y económica de aplicar en nuestro día a día, ya que las plantillas de ala que se colocan en el calzado, sea del tipo que sea, son rellenos de bajo costo pero que incluyen muchos beneficios para el usuario.
Tipos de plantillas
Los tipos de plantillas que puedes encontrar en el mercado se diferencian en dos grupos: las deportivas y las de apoyo (Haz click para ver los diferentes modelos). Simplemente por su nombre podemos deducir, más o menos, a qué tipo de personas o mejor dicho, de usos, corresponde cada una de ellas. Unas plantillas de calidad cuentan con un material más duro para soporte estructural y estabilidad. La comodidad se deriva de la mayor estabilidad en lugar de la amortiguación directa.
Estamos hablando de plantillas de calidad por marcas especializadas en la creación de plantillas para diferente público, ya sea para un uso cotidiano o un uso deportivo. Esto se diferencia de otro tipo de plantillas más básicas como las que podemos encontrar en las farmacias locales y que tienden a ser plantillas más suaves, acolchadas, para un tipo de pies “general” y con un coste muy bajo.
Las plantillas de apoyo son las más amplias y abarcan un público también más grande. Son las recomendadas para tres condiciones: la desalineación estructural, que puede manifestarse no solo como dolor de pie, sino también incomodidad en los tobillos, rodillas, cadera, espalda, cuello o cabeza; la fascitis plantar, que es una condición dolorosa que resulta de las lágrimas en la fascia plantar, una banda de tejido conectivo que conecta el talón con el antepié; y la supinación o exceso de pronación.
Las plantillas de apoyo, al igual que las deportivas, tienen diferentes usos dependiendo de las necesidades de cada persona. Antes de comprar un modelo u otro, consulta con tu médico para saber, aunque sea de forma aproximada, cuál es el tipo de plantilla que mejor se adecúa a ti. Dentro de cada tipo, por supuesto, existen diferentes modelos y perfiles que se adaptan a cada forma de pie o tipo de calzado.
Problemas muy comunes en relación con el ajuste del calzado
Las plantillas varían en las dimensiones del talón y el arco, un especialista en calzado puede evaluar tus pies para ver qué tipo funciona mejor. Algunos de los problemas comunes a la hora de ajustar el calzado a nuestros pies son los siguientes:
- El deslizamiento del talón: un calzado que se adapta bien en la parte media y delantera del pie, pero que permite el deslizamiento o la elevación del talón puede mejorarse con una plantilla de apoyo, de medio a alto volumen. Esta medida puede solucionar el exceso de volumen en la parte trasera del zapatos, algo que es muy común.
- El alargamiento del pie: las plantillas son muy útiles también para las personas que tienen un alargamiento significativo en uno o ambos pies cuando se miden de pie en comparación a cuando están sentados.
- Los arcos bajos o colapsados: lo que necesitan las personas con este problema no es una plantilla con “soporte de arco” como se piensa generalmente, sino una plantilla con “soporte para los pies” que ayuda a estimular los músculos del arco para que se involucren y activen.
Un elemento esencial a tener en cuenta a la hora de escoger plantillas: el volumen
Las plantillas vienen en diferentes volúmenes, lo que significa que ocupan diferentes cantidades de espacio dentro de tu calzado. Para la mayoría de las plantillas, también existe una correlación entre el volumen y la forma del arco que la plantilla está diseñada para adaptarse.
Unas plantillas que tengan un volumen alto se adaptan mejor al tipo de calzado que también sea de gran volumen como pueden ser, por ejemplo, las botas de esquiar, las botas de montaña o monte e incluso las zapatillas de correr. Normalmente, aunque recuerda que siempre dependerá de las características personales de cada uno, se adaptan mejor con arcos altos.
Por otro lado, las plantillas que tienen un volumen medio también se ajustan a un tamaño de calzado promedio, que suele ser equitativo a todo el tipo de zapatos más cotidianos o casuales para usar en el día a día y generalmente también a todo tipo de zapatillas para salir a correr. Funcionan bien con una variedad amplia de perfiles de arco.
Por último, aunque no por ello menos importante, las plantillas con un volumen bajo se adecuan al calzado pequeño. Por ejemplo, podemos mencionar los zapatos de ciclismo, zapatillas para hacer skate, etc..
Consejos para el cuidado de tus plantillas
Un par de plantillas, sobre todo si son de buena calidad, puede tener una gran durabilidad pero es necesario cuidarlas como es debido. Según las estimaciones generales de los expertos, las plantillas tienden a durar 12 meses de uso en cada persona. Esto, lógicamente, puede extenderse si se trata de plantillas que están en un tipo de calzado que se usa de manera ocasional o muy espontánea.
Tres buenas ideas y métodos para cuidar las plantillas son, por ejemplo, airearlas retirándolas del calzado para permitir que la humedad atrapada se seque, lavarlas si es necesario con un detergente suave e inspeccionar periódicamente las plantillas para detectar posibles signos de deterioro.