Cómo aligerar el peso de la mochila de montaña

Cómo aligerar el peso de tu mochila de montaña

Llevar una mochila ultra ligera para hacer senderismo o acampar representa múltiples ventajas, aquí te presentamos una serie de tips para aligerar tu mochila, y poder tener un viaje más cómodo, rápido, y que incluso te pueda llevar más lejos, además de que te ayudará a reducir el riesgo de dolores u otro tipo de malestares.

Hoy vamos a hablar, os voy a explicar y dar algunos consejos de cómo reducir el peso de nuestras mochilas, especialmente para travesías.

Por qué reducir el peso (contras de una mochila pesada)

Cuando hablamos de una travesía de varios días es muy importante el peso de nuestra mochila, al igual que llevar un calzado cómodo o una buena planificación

Si nuestra mochila pesa demasiado nos será más difícil movernos, seremos menos ágiles, más rápidos, a parte de que tendremos más riesgo de sufrir lesiones. Todo esto pueden ser impedimentos para conseguir nuestro objetivo.

Por ello es muy importante tenerlo en cuenta.

Antes de explicaros y daros consejos específicos para llevar una mochila más ligera os explicaré algunas cosas a tener en cuenta.

Porcentajes: peso de la mochila en base a nuestro peso corporal

Referente al peso de nuestra mochila, hay unos porcentajes que se recomiendan en base a nuestro peso corporal.

  • 10% de nuestro peso corporal sería lo ideal. Si pesamos 70kg, 7kg de mochila sería ideal)
  • 30% de nuestro peso corporal sería lo máximo que deberíamos llevar. Si pesamos 70kg, máximo deberíamos llevar 21kg de mochila.

Esto es importante tenerlo en cuenta para saber cuál es nuestro tope de peso que no debemos superar.

Depende del estilo y autonomía más o menos peso

Dependiendo del estilo y filosofía que llevemos repercutirá en el peso de nuestra mochila.

No es lo mismo si hacemos una travesía que vayamos pasando por refugios guardados donde vayamos a dormir ocomer. En ese caso no hace falta que llevemos equipamiento para pasar la noche (tienda, colchoneta, ni cocinar (hornillo, bombona, kit de cocina).

De lo contrario si vamos en la mayor autonomía posible (personalmente como más me gusta a mi). Debemos llevarlo todo, tenemos que ser totalmente autosuficientes. Desde él refugio (tienda, tarp); para pasar la noche (saco, esterilla); cocina y comida.

Si nos da igual el estilo, nos lo podemos permitir y lo más importante es llevar poco peso, la primera opción es la ideal.

De lo contrario, si queremos ser más autosuficientes y no depender de nada, tenemos que incluirlo y gestionar ese peso.

Peso base vs peso real o modificado

Para controlar el peso de nuestra mochila hay que tener en cuenta lo siguiente:

  • Peso base: El peso de la mochila que será siempre igual, nuestro material que llevaremos toda la ruta y pesará lo mismo (saco, tienda, ropa, kit de cocina…) será el peso mínimo que llevaremos siempre.
  • Peso final/modificando: Hay cosas que aumentan el peso, pero irán variando a lo largo de la ruta. Principalmente comida, agua, gas de la bombona, etc.

Reducir peso

Entramos ya en el apartado de cómo reducir el peso

Mochila ligera

Primero de todo la mochila. Vigilar que sea ligera sin sacrificar la comodidad.

Mi ejemplo/experiencia:

Yo tengo dos mochilas

  • Alpinismo. Muy ligera. Para llevar más o menos 10kg o un poco más (Mucho peso te hace daño por falta de acolchado).
  • Travesía. Más pesada. Cómoda. Para llevar mucho peso (no tan ágil).

Hay mochilas que son más ligeras pero igualmente están muy acolchadas y son bastante cómodas.

No vamos a entrar muy a fondo en cuanto a escoger la mochila, pero es importante tenerlo en cuenta. Muchas veces se pasa por alto, pero la mochila en sí también es un peso.

Peso al mm – Lighterpack

La mayor recomendación que os puedo dar es llevar el peso al mm.

Cada cosa, cada gramo contabilizarlo.

Una herramienta que me enseñó un compañero y me ayudó bastante es el “lighterpack”. Es una web donde puedes poner todo tu material separado por categorías y te ayuda a controlarlo todo muchísimo más.

Además, ves en que categoría te está subiendo más el peso (comida, noche, ropa…).

Envases (comida, neceser)

Los envases, envoltorios y fundas suman un peso, que aunque sea mínimo, todo cuenta.

Por ejemplo, el neceser en vez de llevarlo todo en un estuche, llevó directamente el cepillo y la pasta de dientes y jabón en una bolsa de plástico en un bolsillito de la mochila.

La comida, todo lo que son envoltorios de cartón, y plásticos es mejor tirarlos ya en casa. (O cuando recarguemos justamente al salir del supermercado). 

Latas de atún que traen cartón… la pasta, embutidos y demás, yo les quito el envoltorio y lo pongo en bolsas zip por separado. Si que ahí podéis decir que cambio una bolsa por otra pero al menos no generamos residuos estando en la montaña porque las bolsas zip las reutilizamos.

Para dormir (solo esterilla)

Esto es muy personal, y depende de cada uno y de dónde y cómo seas capaz de dormir agusto o al menos descansar medianamente bien para poder rendir bien al día siguiente.

Yo concretamente, prefirieron prescindir de la colchoneta y llevar únicamente la esterilla. Además esto me permite ir más rápido a la hora de montar y desmontar “el campamento”.

También conozco a gente que se ha hecho la GR11 únicamente con el saco y el suelo de la tienda, sin colchoneta ni esterilla.

Yo antes necesitaba colchoneta y esterilla para dormir medianamente bien, y ahora me he acostumbrado y me basta con la esterilla.

Peso general del material

Esto es muy obvio, pero si realmente te interesa mucho ir ligero, cuando vayas comprando tu equipo o renovándolo, mira mucho el peso, compáralo con material de otras marcas y valora si te vale la pena comprar el más ligero.

Ropa mínima

Un aspecto que puede hacer que se nos dispare un poco más el peso es la ropa.

Evidentemente depende de la época habrá que llevar más o menos ropa de abrigo y saber jugar con ello. En verano puede que no necesitemos unas mallas de vivac; en cambio en invierno puede ser imprescindible.

Aparte de esto, sobre todo en el tema mudas. Yo llevo únicamente una para cambiarme. La puesta y otra en la mochila, ya sea para utilizarla de ropa de descanso en el saco, o mejor combinándolas e ir lavando cuando sea necesario.

Me he encontrado gente llevando una camiseta limpia por cada día de ruta. Esto es un error, ya que es un peso innecesario y perfectamente podemos ir lavando y secando la ropa a lo largo de la ruta.

Electrónica (placas solares, baterías, powerbank)

Todo el tema de electrónica, puede hacer que suba bastante el peso, mucho más si vamos en autonomía ya que llevaremos las placas solares (en mi caso, al ir grabando es importante), powerbank para poder cargar nuestros aparatos electrónicos como el móvil, gps, reloj, etc.

Y yo, además todo el tema de grabación que suelo llevar para grabar la aventura.

Cosas innecesarias (por si acaso)

Otro detalle a tener en cuenta son las cosas que llevamos “por si acaso”, parecen tonterías que en algún momento nos pueden ayudar, pero hay que ser realistas y controlarlas.

La típica cinta americana, algo de cuerda paracord, un botiquín excesivamente grande…

Podemos llevar cosas de este tipo ya que es buena idea y nos pueden sacar de algún apuro, pero sin excederse.

Yo personalmente en mis primeras travesías lleve hasta 30m de paracord, ahora únicamente llevo 3m y es más que suficiente por si hubiera que hacer algún «apaño» en algún sitio.

También en el botiquín por ejemplo, en vez de llevar todo el paquete de tiritas, con unas 5 ya podemos salir del paso, y si es necesario por un pueblo que pasemos podemos comprar más.

Repartir peso con compañero

Si vamos en compañía podemos “repartir un poco el peso” con el compañero, mirando de que quede equilibrado.

Comparamos las mochilas y revisamos que lleva cada uno antes del día de empezar nuestra travesía.

Uno puede llevar la tienda, si llevamos solo una, y el otro lleva otra cosa de peso equivalente.

O material en el botiquín combinado para tener pocas cosas repetidas.

En resumen

Saber reducir el peso de la mochila es clave; sobretodo si estamos hablando de una travesía de varios días.

Hay que encontrar el equilibrio entre comodidad y ligereza. No llevar tan pocas cosas que lo pasemos mal por falta de material, ni tampoco por exceso de peso.

Saber bien en qué cosas “invertir” el llevar peso, y en que otras podemos escatimar un poco más.

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