Nuestros Pirineos esconden un sinfín de montañas en los que encontrar la soledad en mitad de una naturaleza salvaje y son cientos, por no decir miles, los picos que raramente son ascendidos. Aquí recogemos las imprescindibles en los Valles Occidentales.
El pico de Anie/Auñamendi es la montaña más alta del macizo de Larra y la primera en superar la barrera de los 2.500m desde el oceáno Atlántico. Montaña sagrada dentro de la mitología vasca, se encuentra en territorio francés (Bearn), muy próxima a Navarra y cerca de la Mesa de los Tres Reyes…
Ascensión al Vignemale por el corredor de la Moskowa y el col de Lady Lyster y recorrido de las crestas. En total 8 tresmiles (2 días; 17-18h; 28 kms; +/- 2550m; PD+).
El Borreguil o Belbún (1.424m) es el pico más alto de la sierra de Illón, en el límite entre Navarra y Zaragoza. Ascendemos a este pico siguiendo una ruta circular diferente a la más habitual.