Autodetección en montaña / Foto: Steve Halama
Autodetección en montaña / Foto: Steve Halama

Autodetención, una técnica de seguridad fundamental en montaña

La autodetención en montaña con piolet se destaca como una técnica imprescindible ante una caída en las montañas invernales. Cualquier excursión en la montaña implica un cierto grado de riesgo. Sin embargo, es posible minimizar los accidentes con la puesta en práctica de técnicas apropiadas.

Cabe destacar que siempre es totalmente necesario contar con el consejo de expertos en montaña o realizar cursos para poder practicar montañismo con toda la seguridad posible.

¿Qué es la autodetención en montaña?

En montañismo, se le llama autodetención a la técnica que se debe poner en práctica ante cualquier deslizamiento o caída en una pendiente. En las montañas invernales, esta técnica se aplica sobre las pendientes heladas o nevadas.

Como todos los detalles que componen la práctica del montañismo, para practicar la autodetención es necesario dominar la técnica. No es precisamente un conocimiento intuitivo, sino que por el contrario debe aprenderse: una caída en la montaña puede resultar fatal.

Por esta razón, al comienzo de cada temporada invernal, conviene practicar de nuevo las diferentes formas de autodetención en montaña para poder utilizar la técnica correcta en el momento en que más la necesitemos, es decir, si nuestra vida está en peligro. 

La autodetención en montaña puede salvar tu vida

Caída de espaldas, pies por delante

Para realizar una autodentención en el caso de una caída, es preciso tener un piolet. Esta herramienta debe sostenerse por la cruz y por la pala. En el momento de la caída, habrá que girarlo rápidamente sobre la mano, cruzándolo a continuación sobre el pecho.  Es decir, la pala quedará colocada sobre la parte superior del hombro y el pico quedará listo para clavarse en la nieve y así frenar la caída. 

Una de las manos quedará sosteniendo el piolet por el extremo del mango, con los codos bien pegados al cuerpo, haciendo la función de palanca. Esta es la posición de frenado y detendrá la caída con mayor rapidez y eficacia. Esta misma posición se usará en las otras técnicas de autodetención, aunque se realizarán ajustes para frenar en las distintas caídas.

En la montaña, generalmente se tendrán crampones en los pies, por lo que es importante que en el momento de la caída los pies se levanten para evitar que los crampones se claven en el hielo y se produzca un «efecto catapulta«. Esto significa que si la velocidad de la caída es muy rápida, al apoyar los crampones en la nieve, la fuerza de la caída nos levantará del suelo y nos hará caer violentamente hacia el frente. 

Caída de frente, boca abajo

Cuando la caída es de frente, habrá que clavar el piolet hacia un lado del cuerpo. Esto permitirá que el piolet actúe como pivote. Todo el cuerpo girará hacia un lado al disminuir la velocidad de deslizamiento propia de la caída y deberá terminar en la posición estándar de frenado.

Precisamente al caer de frente, se deben elevar los pies para que los crampones no se claven en la nieve y actuar rápidamente con el piolet. Como mencionamos anteriormente, se deberá clavar el piolet sobre la nieve a un costado del cuerpo y esto frenará la caída, girando el cuerpo hasta quedar inmóvil.

Cabeza abajo y boca arriba

Este tipo de caída suele ser llamada también como la caída “del gato”. También es catalogada por muchos montañistas como la peor de todas las caídas.

Cuando se cae en esta posición, con la cabeza hacia abajo y boca arriba, también el cuerpo deberá pivotar, teniendo como eje el piolet. Es decir, el cuerpo se está deslizando sobre la nieve, y la persona mira hacia el cielo, con la cabeza hacia adelante.

Habrá necesariamente que subir un tanto los pies por la misma razón de evitar que los crampones se claven en el hielo, lo que podría empeorar la caída. Entonces, se deberá clavar el piolet en la nieve, colocando el pico hacia un costado del cuerpo.

Este movimiento permitirá que el cuerpo gire y cambie de postura, quedando inmóvil y boca abajo en posición de frenado.

Autodetección en montaña / Foto: Wynand Van Poortvliet
Autodetección en montaña / Foto: Wynand Van Poortvliet

La práctica hace al maestro

Los expertos en montañismo indican que siempre se debe realizar la práctica de la autodetención al comienzo de la temporada invernal. La razón es que siempre es necesario que los montañistas practiquen estas técnicas de modo que puedan realizarlas con efectividad al caer.

La progresión de la práctica de la autodetención en montaña debería seguir este principio: primero, practicar las técnicas sin crampones y sin mochilas para que puedas concentrarte en realizar la maniobra correctamente. 

Una vez dominada la técnica, entonces procede a practicar las autodetenciones con los crampones puestos. Ojo, recuerda que durante la práctica no debes apoyar los crampones en la nieve para evitar el «efecto catapulta».

Una vez dominada las autodetenciones con crampones, entonces llegó el momento de practicar estas maniobras con una mochila puesta. Procura que en la práctica con la mochila esta sea igual de pesada que como cuando la cargas para realizar una excursión. De este modo, la práctica de las autodetenciones se acercará a las circunstancias reales.

Obviamente, al momento de practicar la autodetención en montaña, procura hacerlo en una pendiente en la cual haya protecciones que te impidan continuar deslizándote sin control. Podrías lesionarte o lesionar a alguien más. 

Precauciones en el momento de hacer una autodetención en la realidad

  • La práctica de la autodetención en montaña tiene como objetivo que esta técnica se convierta en un auto reflejo, de forma que puedas realizar la maniobra en cuanto comiences la caída, porque así será más efectiva. Mientras más tiempo estés cayendo, más tardarás en detenerte al hacer la autodetención.
  •  Si en la montaña estás en algún paso complicado y temes caer, sé precavido y sostén el piolet preparado para ejecutar una autodetención en caso de caída, es decir, agarrando el piolet por la cruz con una mano, levemente por encima del hombro, y con la otra sujetándolo por el extremo del mango, de modo que quede cruzado frente a tu pecho.

 

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