Cómo preparar tu mochila para el próximo viaje a la montaña

Cómo preparar tu mochila para el próximo viaje a la montaña / Foto: Josiah Weiss
Cómo preparar tu mochila para el próximo viaje a la montaña / Foto: Josiah Weiss

Si tienes pronto un viaje, seguro que ya has planificado todas tus actividades, quizás vayas a practicar trekking, realizar una excursión de senderismo o alguna ruta en bicicleta de montaña. Seguro ya has pensado a dónde irás, cuántos kilómetros vas a recorrer, en fin, tienes todo un itinerario de cosas que hacer, pero no tienes listo tu equipaje. Antes que nada debes elegir qué te vas a llevar en la mochila, y esta es una tarea que para muchos quizás resulte una actividad difícil y un tanto tediosa.

Elige la mochila adecuada al tipo de excursión y duración.

Lo principal es pensar cuántos días va a durar tu viaje o trekking, y que actividades vas a realizar, esto con el fin de que puedas elegir el tamaño perfecto de la mochila.

De manera general, se puede recomendar una mochila de 55 a 65 litros para una excursión —viaje— de dos días o más. Una mochila de 15 a 30 litros puede ser apropiada para excursiones de un día.

Echa mano de un checklist cada vez que vayas a preparar la mochila.

A la hora de analizar que debemos llevar, el mejor consejo que se puede dar, es que hay que dejar de lado absolutamente todos los objetos que no serán para nada útiles en esos días de aventura, y se deben considerar importantes todos lo que puedan servir y auxiliar en caso de tener alguna emergencia. Os recomendamos que os paséis por este artículo que os enlazamos con un checklist completo de todo lo que necesitarás si te vas unos días de trekking.

Algo clave: los alimentos y bebidas.

Deberás pensar en la alimentación e hidratación. En cuanto a los alimentos, deberán aunar ligereza, fácil cocinado y ser energéticos. No decimos que te olvides de la cocina casera —por así decir—, y de todo eso que se puede llegar a dañar en poco tiempo, pero si debes llevar contigo alimentos deshidratados, barras energéticas, frutas, frutos secos, mucho chocolate, etc.

En cuanto a los líquidos que vas a llevar, analiza la época en la realizarás la actividad, la disponibilidad de puntos de agua, el clima que te encontrarás. Podrás llevar polvos para preparar tus bebidas isotónicas. Lleva pastillas potabilizadoras o algún otro sistema para depurar agua, como los filtros personales potabilizadores.

Distribuye adecuadamente todos los artículos en la mochila.

Como estén distribuidos los objetos dentro de la mochila es fundamental. Nos ayudará a ahorrar tiempo de búsqueda y mejorará la ubicación de los pesos en la misma —ello nos puede facilitar el caminar con nuestra mochila—.

En la parte de abajo se debe colocar el saco de dormir —las mochilas ya suelen traer su compartimento adaptado para ello—, pues no se va a utilizar hasta el final del día. A continuación colocaremos los artículos más pesados y luego los elementos ligeros.

En la parte superior del bolso, siempre se debe colocar la comida o un poco de ella, pues se necesitará con frecuencia, y en los bolsillos exteriores de la misma hay que guardar los objetos personales, como navajas o cuchillos, GPS, mapas, cámara fotográfica, etc. Asimismo, no olvides llevar bolsas de plástico, para colocar todo aquello que se pueda mojar y dañar.

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