Etapa corta donde nada más abandonar Mantet debemos cruzar un caudaloso rio con cierta dificultad en no mojarnos y con desniveles moderados de subida y bajada cruzando el collado de Pal por parajes solitarios, caminos ancestrales y excelentes vistas en todas las direcciones. Probablemente uno de los momentos más gratificantes del GR10 con sensación de tener una vivencia privilegiada (sobre los 2400m). Fácil encuentro con fauna salvaje.

Alojamiento:
El refugio de Ras de Carançà, está situado en un lugar privilegiado cerca del rio con un amplio abanico de posibilidades montañeras a su alrededor, aunque las condiciones del refugio no esta en consonancia, incomodo, comida y trato deficientes y un enjambre de moscas difícil de soportar. Una de las peores noches de todo el GR10.