Etapa corta que ayuda a la recuperación de la larga e intensa etapa del día anterior. A pesar de ello un mantenido ascenso de 700 metros por el antiguo camino de herradura hasta el collado de Mantet. Merece la pena observar las excelentes vistas hacia este y oeste. Un corto descenso deja en el pequeño y aislado pueblo de Mantet. Sensación de lugar remoto. En el collado pudimos presenciar la llegada de un camión cargado de vacas que desembarcaron rápidamente para dejarlas pasar todo el verano en los verdes pastos situados más al norte. El trabajo de los perros y el pastor fue impresionante.

Alojamiento:
Mantet a pesar de ser un pequeño y muy aislado pueblo, tiene más de una Gite donde hospedarse. Nosotros pasamos la noche en La Cavale, lugar muy original donde crían caballos de origen mongol por la ascendencia sobre este territorio que tienen los propietarios.