Benasque, Cascada de Aigualluts / Foto: Basotxerri (Wikimedia Commons)
Benasque, Cascada de Aigualluts / Foto: Basotxerri (Wikimedia Commons)

Rutas de senderismo en Benasque: Echa un vistazo a estas 9 Rutas

El senderismo es una muy buena manera de disfrutar de los paisajes del Valle de Benasque. Aprovecha al máximo tu tiempo en el Valle de Benasque paseando por sus centenares de kilómetros de rutas.

Si quieres recorrer el Valle de Benasque, aquí te ofrecemos varias opciones.

Si quieres caminar por el Valle de Benasque, te recomendamos que utilices un bastón muy similar a los usados para esquiar. Esto se llama Nordic Walking o marcha dinámica en nuestro idioma. Podrás andar mientras aprovechas la fuerza de tus brazos para avanzar fácilmente. Otra opción en tratar por estos caminos, lo disfrutarás enormemente si eres un amante del Trail Running.

Las montañas son perfectas si quieres hacer un recorrido completo, pero también debes pasar por las diferentes calles de los diferentes pueblos para impregnarte de la cultura y la historia popular. Podrás descubrir al completo el rico patrimonio natural que atesora esta preciosa región del norte de España.

Rutas por el Parque Natural

Ruta tres refugios posets / Foto: Travesía Pirenaica
Ruta tres refugios posets / Foto: Travesía Pirenaica

El Parque Natural Posets-Maladeta se encuentra al norte del Valle de Benasque, más concretamente dentro de la comarca de Ribagorza, y tiene casi 33.500 hectáreas de terreno que incluyen casi un centenar de lagos, 13 glaciares e infinidad de cascada, la mayoría de origen glaciar.

Fue creado en 1994 y, desde entonces, ha ido acumulando mucha belleza tanto geológica como botánica y faunística, con una gran cantidad de especies endémicas o en serio peligro de desaparecer.

El parque tiene una gran extensión, por lo que se extiende por Benasque, Sahún, Gistain, San Juan de Plan e incluso Montanuy.

La altitud media es cercana a los 1500 metros, mientras que el punto más alto se encuentra en el Aneto, cuya cima se encuentra a 3404 metros sobre el nivel del mar.

Podemos distinguir tres sectores importantes dentro del parque: el de Aneto-Maladeta, el de Eriste-Posets y el de Estós-Perdiguero, encontrándose aquí la gran mayoría de los tresmiles que tiene toda la cordillera pirenaica.

La Ruta de los Tres Refugios en el macizo Posets-Maladeta>>>

Hay refugios por todo el parque, con una distribución estratégica. Hay uno en Ángel Orús, otro en Estós, otro más en el Valle de Eriste, y muchos más en Renclusa, la vertiente norte de las Maladetas, en Biadós y en el Valle de Chistau.

Por último, también encontramos un par de centros de interpretación del valle en Eriste.

Algunas rutas en el Valle de Benasque:

Sendero Geomorfológico – Llanos de Hospital de Benasque – Forau de Aigualluts

Itinerario: Aparcamiento de la pleta de la Sarra – La Besurta – Forau de Aigualluts – Regreso al aparcamiento.

El camino empieza en el parking del Vado del Hospital, y durante todo el trayecto podrás encontrar bloques de granito que, hace mucho tiempo, transportó el glaciar. Poco después de empezar llegarás al Hospital de Benasque, el cual tendremos que dejar a nuestra derecha para poder continuar con nuestro camino, el cual sube hasta Plan d’Están, una pequeña pradera situada en un antiguo lago.

Podrás caminar unos cientos de metros por camino asfaltado hasta que vuelvas a subir hacia Besurta. Unos 10 minutos tras haber dejado atrás Besurta podrás alcanzar a ver un cruce, el cual tendrás que tomar hacia la izquierda y nos conducirá hasta el mirador del Forau de Aigualluts, con unas vistas impresionantes de la cavidad subterránea sobre la que está situado.

Sendero Botánico – Gorgas de Alba

Itinerario: Aparcamiento en el plan de Turpi – Mirador Gorgas de Alba – Aparcamiento en el Plan de Turpi.

Tendrás de aparcar el coche en el parking enfrente del Hotel Turpi, para después empezar la ruta que empezarás tras cruzar el puente sobre el Esera, pasando algunos pastos. Poco después de comenzar entrarás en una pequeña zona rocosa, para muy poco después empezar a adentrarse en la espesura de un bosque de, principalmente, abetos y pinos negros. Unos 25 de recorrido más tarde podrás ver un pequeño desvío en dirección a las Gorgas de Alba, pero es recomendable pasar de largo y continuar de frente, dirigiéndonos hacia los baños de Benasque. Poco después de este desvío empezarás a descender por un hermoso bosque de hayas.

En el camino de vuelta volverás a pasar el desvío, y esta vez sí lo tomaremos, acabando en un mirador que nos ofrecerá una de las mejores vistas de las cascadas de toda la zona. Una vez aquí deberás continuar el descenso hacia el inicio por el margen derecho del río.

Ruta Cascada de Espigantosa – Refugio Ángel Orús

Cascada de la Espigantosa. PR HU 38 / Foto: Pacopac (via Wikimedia Commons)
Cascada de la Espigantosa. PR HU 38 / Foto: Pacopac (via Wikimedia Commons)

Itinerario: Aparcamiento cascada de Espigantosa – Refugio de Ángel Orús – vuelta al aparcamiento

El camino empieza en las cascada de Espigantosa, a la cual deberás llegar con tu vehículo saliendo desde Eriste y tomando la dirección del refugio Ángerl Orús. La pista zigzagueará por toda la ladera y pasará de ser de asfalto a ser de tierra y gravilla. Dejarás atrás el mirador de Eriste y el puente de Tramarrius, hasta llegar por fin a la cascada de Espigantosa, es decir, el comienzo de nuestra ruta.

El recorrido coincide en su totalidad con el PR 36, y se estrechará una vez hayamos cruzado el Ésera y hayamos ascendido un poco por el bosque. Una hora de viaje más tarde llegaremos a una claro junto al río que nos permitirá ver el puente de Presentet y tomarnos un pequeño descanso. A partir de este punto te encontrarás frente a una pendiente muy pronunciada que conseguirás superar a través de cortas lazadas por un bosquejo de pino negro que desembocará en el refugio Ángel Orús.

Ruta circular Benasque – Anciles – Cerler – Benasque

El camino que une Benasque y Cerler tiene su comienzo en la entrada de Benasque, al lado del margen derecho del río que cruza toda la región, el Ésera, en dirección a Anciles.

El recorrido bordeará el río por la derecha hasta llegar a un puente que nos conducirá a Anciles, para lo que tendremos que girar a la derecha y caminaremos hasta llegar a la localidad, cuyas calles recorreremos rumbo a Cerler.

Durante todo el recorrido podrás ver que el sendero se funde con el bosque y le da un encanto sin igual.

Cuanta más altura vayas ganando, más barrancos de pequeño tamaño encontrarás. Esto te permitirá descansar y realizar fotografías. Una hora y media de recorrido tardaremos en vislumbrar el último río, Remáscaro, el cual tendremos que cruzar por el puente de madera que nos llevará hasta la estación de Esquí de Aramon Cerler.

Tras haber llegado hasta aquí deberás cruzar el puente hacie el aparcamiento de la estación, desde donde empezaremos a descender hacia Benasque.

El camino de bajada nos permitirá ver unas preciosas panorámicas de todo Benasque, la Sierra de Chía y las Tucas de Ixeia. Podrás elegir, en un punto del camino, si ir directamente hacia Benasque (izquierda) o dirigirte hacia la derecha, dirección Pichirillo, y rodear Benasque hasta el final del recorrido.

Ruta de los tres Barrancos desde Benasque

Itinerario: Benasque – camino de los tres barrancos – vuelta a Benasque

Esta ruta empieza en la calle que sube hasta la Escuela de Alta Montaña, en la localidad de benasque. Este recorrido te llevará por las faldas de la Tuca d‘el Mon.

La primera parte del recorrido deberás ascenderla por el camino de puyegarbe, en dirección a la Fue de Esquirisueles. Tendrás que ir ganando altura entre las faltas de las Tucas, cambiando posteriormente de dirección para dirigirnos al barranco d’Els Molineses, el cual tendremos que cruzar. Deberás caminar hasta que llegues al barranco de Sobarriba, y sobrepasándolo acabaremos en el último barranco de todos: el de la Tuca d’el Mon.

Ya solo queda seguir el tramo que desemboca en el camino de Rallá que deberemos coger en dirección a Benasque. Tras haber terminado de descender encontrarás el camino de les Someres, el cual bordea el río por la derecha y nos conducirá de vuelta el punto de partida.

Ruta de Sahún a los Ibones de Barbarisa

Itinerario: Sahún – Cabaña d´Es Prats – Ibón Chicot de barbarisa – Ibón gran de Barbarisa – regreso a Sahún

El valle de Barbarisa nace en los picos Eriste o Bagüeñola, separando la sierra de Chía del macizo de Llardana, conteniendo además el barranco Surri. Nuestra ruta comienza en Sahún (en el propio pueblo), aunque hay otras numerosas entradas por el propio collado. Tendremos que tomar el camino que va hacia Plan y San Juan (PR-HU 51) que acaba girando para desembocar en el Valle de Sahún. Nosotros deberemos ascender hasta la cabaña d’Es Prats, donde nos dirigiremos hacia el norta, remontando el barranco primero por la izquierda y después por la derecha. Si, en cambio, empezamos la ruta en el collado, deberemos descender dirección Chía hasta un cruce que nos conduzca a la cabaña antes mencionada. Cuando hayamos llegado al ibón Chicot de Barbarisa, solo nos faltarán 15 minutos para llegar al Gran de Barbarisa.

Ruta al Ibonet de Lliterola

Itinerario: Puente sobre el barranco de Lliterola – Cabaña de Lliterola – Ibonet de Lliterola – regreso al puente.

El valle de Lliterola parece corto y amplio al mismo tiempo, y acaba desembocando en el valle principal sobre los Baños de Benasque. Va desde el collado de Lliterola, que se encuentra a casi 3km de altitud, hasta el propio Valle de Benasque, pasando por picos como el Perdiguero o el Cabrioules, amos de más de 3000 metros de altitud.

Podrás ver una senda con ascensión muy acusada que empieza tras cruzar el puente sobre el Barranco de Lliterola, una subida que será siempre paralela al río.

Esta ruta continuará hasta que hayas llegado a la cabaña de pastores, tomando este tramo unos 90 minutos aproximadamente. Deberemos dejar a la izquierda esta cabaña para continuar ascendiendo hasta que lleguemos a nuestro destino principal: el ibonet de Lliterola.

Ruta Valle de Estós – Batisielles – Escarpinosa

Itinerario: Aparcamiento inicio Valle de Estós – Ibonet de Batisielles – Ibón de Escarpinosa – Regreso al aparcamiento

El camino empieza en el aparcamiento del Valle de Estós, y la primera parte consistirá en atravesarlo, coincidiendo con la senda GR 11. Pasarás por un refugio pastoril (cabaña de Santa Ana) y deberás continuar hasta que tomes el camino hacia el ibonet de Batisielles, a la izquierda.

Deberás dejar atrás la pistza GR11 para tomar el desvío, y nos encontraremos con una senda que ascenderá por un boque y desembocará en un lago muy pequeño con una pradera: el ibonet de Batisielles.

Solo restarán otros 40 minutos de recorrido más, siempre siguiendo las indicaciones hasta el ibón de Escarpinosa.

El Camino Real

Este camino unía ambos hospitales que se situaban a cada lado de la gran cordillera.

El primero de estos, el Hospital de Benasque, fue fundado a principios del siglo XVIII por la “Real Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén”, o Hospice de France, de ahí su apodo de “hospitalarios”.

Gracias a las muy activas relaciones comerciales que mantuvieron Benasque y Luchón por muchos siglos fueron en parte gracias a la buena red de carreteras de montaña que existían, las cuales permitieron el tránsito de manera fluida y ágil con los medios de transporte tan mediocres de la época. La actividad comercial se mantenía gracias a los caminos de herradura que podían alcanzar los más altos puertos.

La red permaneció imperturbable hasta mediados del siglo XIX, donde los Benasqueses empiezan a darse cuenta de que lo que más le conviene a la nación es un camino de primer orden que fuese desde Barbastro hasta la frontera, con un paso subterráneo.

Tanto ellos como los habitantes de Luchón presionaron a sus respectivos gobernantes para que se construyera la línea entre ambos. Los Benasqueses, por su parte, recurrieron al teniente general, además de senador del reino, Valentín Ferraz Barrau, y aunque lo intentaron no surtió efecto.

Aun así, sí que se consiguió el arreglo del Portillón y la inauguración de otro camino de herradura a mediados de Septiembre de 1858.

Es curioso que, más de siglo y medio después, todavía los habitantes de ambas poblaciones mantengan viva una protesta reivindicativa que incluso hoy beneficiaría a ambas poblaciones.

Publicaciones Similares